_
_
_
_
ITALIA 90

Italia disfruta la 'Baggiomanía'

El nuevo jugador del Juventus es ya un mito

Santiago Segurola

La emoción llegó con Schillaci; el delirio, con Baggio. Desde la aparición de Gianni Rivera, nadie había provocado tanta conmoción en Italia como el nuevo jugador del Juventus. La jugada de su segundo gol ante Checoslovaquia ha vuelto a desatar la Baggiomanía, una fiebre que apareció hace ocho meses, tras un gol portentoso en Nápoles. Desde entonces, Baggio ha sido el ragazzo dorado y el protagonista de una revuelta popular en Florencia por su traspaso al Juventus.

"La acción de un genio del gol", anunciaba el Corriere della Sera. "El nuevo jugador del Juventus encandila a todos con una proeza", anuncia el Corriere dello Sport. "Con Baggio llega el gol más bello del Mundial", dice la Gazzetta dello Sport. Y en La Repubblica: "Ha nacido el genio que nos hará felices". Baggio es el protagonista indiscutible de un equipo que, tras el encuentro, convirtió a Roma en un caos hasta bien entrada la madrugada.En medio de los atascos monumentales, los muchachos coreaban el nombre de Baggio, como cinco días antes en el estadio Olímpico, cuando sus queridos azzurri chocaban contra los inexpertos americanos. En aquel segundo tiempo, 70.000 almas exigieron la presencia de Baggio, el hombre de la fantasía. Toda la hinchada italiana se siente feliz porque Baggio respondió con un gol de alta escuela, uno de esos goles que marcan la distancia entre los buenos jugadores y los futbolistas tocados por la gracia del ingenio.

El sabio Gianni Brera, gran valedor de Baggio desde las páginas deportivas de La Repubblica, afirmó tras su gol en Nápoles, a principio de temporada, que el delantero italiano había resucitado el espíritu de Peppín Meazza, el más legendario entre los futbolistas que ha dado Italia. "Perdónenme la emoción, he vuelto a ver a Meazza", titulaba ayer Brera, como muestra de total admiración hacia su apadrinado.

Tras el partido, Baggio fue prudente y político. Dedicó su gol a la hinchada del Fiorentina, traicionada por su traspaso al Juventus por 25.000 millones de liras, unos 2.000 millones de pesetas.

El fichaje ha convertido al presidente del Fiorentina, Pontello, en un personaje odiado en su ciudad. Mientras Italia disputaba el encuentro ante Checoslovaquia, la afición de Florencia increpaba sin cesar al presidente del club durante el encuentro Austria-Estados Unidos.

La ira de los florentinos no cede. Hace tres semanas, la ciudad fue escenario de una explosión de violencia, inmediatamente después de conocerse la noticia del traspaso. Decenas de personas resultaron heridas y varios hinchas fueron detenidos, entre ellos el hijo de un concejal de Florencia.

Los sucesos sorprendieron y preocuparon a toda Italia. Un jugador, Roberto Baggio, se convirtió en un símbolo casi político, la figura de la resistencia de una ciudad de provincias al ataque de los dos poderosos imperios industriales del norte, Milán y Turín. Hubo interpretaciones políticas, comentarios de los principales popes de la Prensa italiana, y una coincidencia común: Baggio es una revolución constante en Italia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_