Puche: "Me siento apoyado por mi partido"
El candidato del Partido Popular prevé un "vuelco importante, del electorado"
El candidato del Partido Popular (PIP) a la presidencia de la Junta de Andalucía, Gabino Puche, de 41 años y padre de dos hijas, afirma que ninguno de sus rivales le amedrenta: "Sólo temo a Dios". Es de los candidatos que más han madrugado para pedir el voto a los andaluces el próximo 234. A sus espaldas lleva 62.000 kilómetros Seguro que muchos más que Chaves", comenta en un hotel de Se villa minutos antes de subir al autocar electoral. Eufórico por los resultados que, según él, le vaticinan ".as encuestas internas del PP, ha osado comparar con un asno al vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra: "Sus rebuznos son indicativos de que nuestra campaña va bien".
Pregunta. ¿Se ve presidente de la Junta Andalucía?Respuesta. Sí, desde luego. Las perspectivas son buenísimas. La primera parte de la campaña ha sido fenomenal, y ahora vamos a ver qué ocurre en la segunda. Nos quedan seis días de campaña Lla entrevista fue realizada el pasado sábado] en los que vamos a intentar captar la confianza de todos los andaluces. Allí donde vamos, la gente nos dice que está cansada del Gobierno socialista, y creo que va a haber un vuelco importante del electorado.
P. Da la impresión de que existe un cierto distanciamiento entre usted y Aznar. Mientras que a otros candidatos se les vé acompañados de sus líderes, la mayoría de las veces a usted se le ha visto solo, como descastado. ¿Se siente desarropado por su partido?
R. ¡Que va ... ! Más arropado que nunca. Simplemente se trata de una estrategia. Hemos hecho el diseño de campaña que creíamos más adecuado, con una primera fase tendente a conocer todoi los pueblos de Andalucía, y un a segunda fase de cierre en las ocho capitales de provincia en la que vamos a estar juntos.
P. ¿Se puede sentir un político arropado después de la purga que ha hecho el partido con hombres de su confianza?
R. El tema de las listas quedó ceirado hace mucho tiempo, es algo ya superado. En la confección de las listas todas las fuerzas políticas tienen sus roces, porque es muy difícil confeccionar una lista a gusto de todo el mundo.
P. Pero lo cierto es que hombres considerados afines a usted han sido defenestrados.
R. ¿Quién?
P. Pues el granadino Juan de Dios Martínez Soriano, entre otros.
R. Bueno. No es que haya sido defenestrado. Ha habido una confección de listas para un¡ficar criterios. Aquí no se le ha pedido a nadie de los 109 candidalos el ista; es decir, si es puchista, aznarista, fragista... Son etiquetas que ponen otros. Además, para mí ése es un tema cerrado, y no voy a entrar más en él.
P. ¿Habría sido José Rodríguez de la Borbolla un rival más difícil para usted que Chaves?
R. Jugar a hipótesis imposibles no me gusta. No temo a nadie, ni a Borbolla ni a Chaves: sólo temo a Dios. Me da igual a quien me pongan, de IU, del PSOE... ¡Hombre!, lo cierto es que el señor Borbolla me habría podido responder personalmente de su gestión, pues llevo 14 o 15 días de campaña preguntando cosas que todavía nadie me ha contestado. Chaves ni sabe ni conoce los problemas de Andalucía; no es andaluz, no vive en Andalucía y no quería venirse a Andalucía; es el heredero de la gestión de Borbolla, y lógicamente no puede hablar de nada.
P. ¿Cómo definiría a sus adversarios políticos.
R. Muy fácil: Chaves no sabe de qué va la película. Lo han mandado aquí a empujones, a gorrazos, a capones... A Alcaraz lo conozco desde hace ocho años y es buena gente. Lo que pasa es que su partido, con la caída del muro de Berlín, atraviesa una coyuntura política dificil; Pacheco es una anécdota, y Luis Plaza, sin comentarios.
P. ¿Son alentadoras las encuestas para el PP?
R. Las barridas electorales que estamos haciendo cada semana me permiten decir que hemos acertado en la estrategia empleada, porque hemos subido muchos puntos, y vamos a subir más aún en esta segunda fase.
P. ¿Qué cambiaría si llega usted a la presidencia?
R. Andalucía sería la primera comunidad autónoma de España; habría más justicia social y solidaridad. Nos moveríamos de cara al pueblo y no de espaldas a él, como hace el PSOE, atendiendo las necesidades sociales. Pero no sólo eso: cambiarían muchas más cosas, entre ellas el PER [Plan de Empelo Rural]. No es que piense quitarlo, sino todo lo contrario, ampliarlo. Y lo que es más: desaparecerían las trabas que hay para cobrarlo, el salario se equipararía a otros sectores productivos, como mínimo al salarlo mínimo interprofesional, y no habría necesidad de contar con la firma de determinados caciques socialistas para percibirlo.
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