La mano de Maradona
El seleccionador soviético asegura que el árbitro falseó el resultado
Los árbitros ven a Maradona como una venus de Milo sin los dos brazos. Ésta es la conclusión que ha sacado el mundo del fútbol después de que el árbitro sueco Fredriksson se declarara ciego y mudo en la mano que cometió Maradona en su área frente a la Unión Soviética. Todos los espectadores del San Paolo vieron el penalti del argentino en el minuto 11, cuando la URSS cercaba al equipo de Bilardo. Todos lo vieron, menos el sueco. El entrenador soviético, Valeri Lobanowsky, ha declarado que esta omisión falsea el resultado.
Maradona, en la rueda de prensa posterior al encuentro, reconoció su falta, cometida a un par de metros del árbitro. "Todos fallamos en el fútbol, incluidos los árbitros", manifestó el argentino. Posteriormente, el delantero del Nápoles anunció que éste será su último Mundial y que, por tanto, no piensa participar en la próxima Copa del Mundo a celebrar en Estados Unidos.Todos los titulares de la Prensa italiana están dedicados a las consecuencias de la jugada del astro argentino, que amenaza con ser tan memorable como el gol que consiguió Diego Maradona frente a Inglaterra en el Mundial de México. "La mano de Dios", tituló entonces la Prensa británica parafraseando unas declaraciones de Maradona. Il corriere della Sera se refería ayer con un juego de palabras al penalti de Nápoles: "La otra mano de Diego". La Stampa reiteraba esta apreciación sobre la falta: "Un brazo de Diego niega el 1-0 a los soviéticos". "La mano de Maradona", titula la Gazzetta dello Sport. "Argentina se salva con trampa", dice La Repubblica.
La ira de Valeri Lobanowsky era monumental: "Fredriksson no puede arbitrar un partido más en su vida. Cuando se cometen fallos de esta magnitud en un Mundial, el resultado se falsea".
"El árbitro no ha visto un penalti que hemos visto todos. Esta decisión ha condicionado el partido. Después Fredriksson ha querido reparar su daño con una multitud de faltas favorables en el centro del campo. Espero que algún día se haga justicia contra este árbitro", señaló.
Lobanowsky tiene buenas razones para expresar sus quejas. Fredriksson dirigió en el Mundial de México URSS-Bélgica. Los soviéticos ganaban 3-1 y parecían tener solucionado el encuentro. Pero Fredriksson les perjdicó en dos decisiones que concluyeron con goles belgas.
El perjuicio contra los soviéticos ha sido muy grave en los tres últimos Mundiales. En 1982, el árbitro español José Augusto Lamo Castillo mereció críticas durísimas por su actuación en un Brasil-URSS. En la presente edición del Mundial, el equipo soviético pagó con un penalti una mano de su defensa Kidiatulin a un metro del área de Dasaev durante el encuentro con Rumania.
La omisión de Fredriksson, que está considerado como uno de los árbitros más prestigiosos en la FIFA, sorprendió a todos los presentes en el estadio napolitano. El campo recibió con un silencio culpable la acción de Maradona. En el palco de honor, Arrigo Sacchi, entrenador del Milan, aseguraba haber visto con nitidez la mano del astro. "Lo he visto, pero es mejor no hablar de ello", comentó. Por el contrario, Giovanni Romiti, uno de los altos dirigentes de la Fiat, declaraba que: "Maradona es un astro incluso como portero".
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