Un novio por 13 alfileres

Las colas para pedir deseos a san Antonio de la Florida se dividían entre los devotos que iban por el pan bendecido y las devotas que esperaban para averiguar su suerte amorosa pinchándose con 13 alfileres. El Ayuntamiento también tuvo su propia cola, porque se dedicó a regalar tiestecitos de plantas que las señoras, a golpe de brazo, intentaban coleccionar. Enfrente de la réplica de la iglesia donde Goya dibujó sus frescos, un chiringuito de los militantes del Partido de los Trabajadores de España recaudaba unas 150.000 pesetas al día sirviendo refrescos a los feligreses.

Después de echar 13 alfileres, las mujeres metían la palma de la mano con fuerza en la pila bautismal para encontrar un novio, un nuevo marido o "para que me repare al que tengo". Cuantos más alfileres se anclaban en la mano, más éxito y más contentas. Esta tradición de modistillas la seguían ayer italianas despistadas, devotas de cualquier superstición, estudiantes de Químicas y chicas de BUP con zapatones de hombre Algunas llevaban el disfraz de chulapa para acreditar su casticismo ante este santo del siglo XIII que, según la tradición y la zarzuela, es casamentero.En otra fachada de la iglesia las mujeres reclamaban más de dos barritas de pan bendito y más estampas. "Que este pan con un trocito que te tomes ya tienes, bastante, no le hace falta más bendición", repetían las feligresas que tenían que repartir ayer 10.000 barras de pan.

Sin embargo, las mujeres no cejaban en su empeño, y sacaban a relucir la cantidad de desgracias que pretendían bloquear comiendo la miga santa. .

Durante la misa, formando un semicírculo en el altar, se podía ver al primer teniente de alcalde, José María Álvarez del Manzano, y al concejal de Centro, Ángel Matanzo.

En los alrededores del templo del Manzanares, todas las tribus ambulantes de servicios para las muchedumbres: músicos de pasodobles con la caja de ritmos montada en un carro, vendedores de bocatas y suministradores de alfileres para todas las hembras que ayer se acercaron. al río para encontrar o mejorar al hombre de su vida.