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ITALIA 90

Yugoslavia y Colombia

hicieron un programa similar el pasado martes. Sus entrenadores quieren que sus equipos aumenten la velocidad mostrada en el primer partido y no encontraron mejor motivación psicológica que llevarlos a sendas fábricas de coches. Los colombianos estuvieron en la fábrica de Lamborghini, donde Higuita se subió a un modelo Diablo, que se comercializará a partir de septiembre, capaz de coger una velocidad de 325 kilómetros por hora. El coste del capricho es de 35 millones de pesetas. Higuita volvió de un paseo de 10 minutos con el semblante tranquilo. "Lo único que he hecho ha sido empujar con fuerza con mis pies, porque con la segunda velocidad ya me he sentido enganchado al asiento", dijo Higuita. Los yugoslavos estuvieron en Ferrari, donde se sentaron en bólidos de Fórmula 1, aunque ninguno se atrevió a probarlos.

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