Juan Guerra declaró más de cinco horas ante el juez sobre la querella presentada por IU

Juan Guerra González, hermano del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, prestó ayer declaración ante el juez Ángel Márquez Romero. Tras la comparecencia, que se prolongó durante más de cinco horas, Juan Guerra afirmó que se sentía "satisfecho" de ella, que habían quedado aclaradas muchas cosas, que su hermano Alfonso no está implicado en sus negocios y que no se sentía responsable de la posible repercusión del caso en las próximas elecciones andaluzas, "porque el PSOE no va a perder la mayoría absoluta".

Juan Guerra declaró ayer por las acusaciones de falsedad en documento público, delito fiscal y usurpación de funciones en sede oficial que le imputa la querella presentada por Izquierda Unida.Diez minutos antes las cuatro de la tarde, hora en la que había sido citado a declarar, Juan Guerra llegó a la sede de los juzgados sevillanos acompañado de sus dos hijos mayores -Emilio y Juan-, y de su socio en Fracosur, José María Ramos Reina. En el edificio judicial ya se encontraba su abogado, Antonio Mates, quien junto al juez Márquez, dos fiscales, dos funcionarios judiciales, el abogado de Fracosur, Carlos Macarrón, y los letrados de Izquierda Unida, Manuel Fernández del Pozo, y del Partido Andalucista, Emilio Lechuga, permanecieron hasta las 9.30 en el despacho.

Los hijos de Juan Guerra, que subieron con su padre al despacho judicial, lo abandonaron una hora después y esperaron en la calle a que cumpliera con la citación judicial.

Las preguntas efectuadas por el juez se refierieron esencialemente a la actividad de la sociedad Fracosur, propiedad de Juan Guerra, a Construcción Modular Andaluza S. A. (COMASA) -con la que se le ha relacionado en las diligencias practicadas- y a sus funciones como asistente en la Delegación del Gobierno en Andalucía.

A la salida del juzgado Juan Guerra explicó su declaración ante el juez asegurando que no sabía nada sobre COMASA, sociedad implicada en subvenciones irregulares para la construcción de un hotel en terrenos de Mercasevilla.

Igualmente, el hermano del vicepresidente dijo que el juez no le había preguntado nada sobre la finca La Carrascosa, adquirida a Ensidesa por la sociedad Fracosur, cuyo socio mayoritario es Juan Guerra, y cuyo valor de venta fue inferior al que tenía contambilizado la empresa pública. Respecto a su actividad en el despacho de la Delegación del Gobierno, Juan Guerra afirmó: "He aclarado perfectamente que el despacho yo no lo he utilizado para ningún uso que no sea para el que yo tenía que asistir".

"Una venganza"

Juan Guerra aseguró que las declaraciones de Francisco Medina Vadillo ante el juez Márquez, que le implicaban en una operación inmobiliaria con resultados positivos para financiar al PSOE, son productos de "una venganza". "Ese señor ha venido aquí por venganza y lo ha recompensado con dinero. Sus palabras tienen muy poco valor, absolutamente ninguno", añadió Juan Guerra.

El hermano del vicepresidente del Gobierno dijo sentirse "satisfecho" de su declaración, aunque agregó: "Nunca es agradable venir a declarar, sobre todo cuando se tiene la conciencia tranquila. Es muy duro". Asimismo, aseguró que su caso era producto de una campaña porque "lo más importante que ha ocurrido en este país en toda la historia ha sido lo mio. Ni incluso el golpe del 23 de febrero para la prensa ha merecido tanta importancia".

Respecto a relación que su hermano Alfonso pudiera tener en el caso, Juan Guerra dijo: "Me parece absolutamente peregrino. Vamos, mi hermano no tiene nada que ver en este asunto, ahora claro la madre del cordero es mi hermano y no yo, porque es por quien van los que han montado esta campaña".

Juan Guerra confirmó por otro lado que le ha sido embargada la finca Las Brujas, cuya compra fue avalada por la sociedad Estuarios y Calas del Mediterraneo.

Por otro lado justificó que las cantidades que le pagó el PSOE fuera de nómina corresponden "a gastos de desplazamiento y dietas que ya están aclarados".

Por su parte el abogado de IU, Manuel Fernández del Pozo, afirmó que Juan Guerra había revelado la existencia de un préstamo que le hizo su amigo y socio Francisco López Martín por valor de 80 millones de pesetas, y no por 20 millones como se sabía hasta ahora. Igualmente dijo que Juan Guerra no pudo recordar ante el juez a ninguno de los visitantes relacionados en el libro de visitas de la delegación del Gobierno, como personas que fueran a tratar asuntos relacionados con su hermano Alfonso.