Polémica recompra Macosa de una deuda condonada por el Central
Macosa, empresa controlada por Corir, ha adquirido la totalidad del capital social de Aravallas, instrumental que anteriormente había absorbido la otra instrumental Ebroval. Esta sociedad había sido la depositaria de una deuda de 1.500 millones de pesetas que había sido condonada por el Banco Central antes de cambiar de propietarios. La operación, que se hizo la noche del pasado martes, es el resultado de una auditoría de Peat & Marwick, y ha despertado ciertas suspicacias por su atipicidad.
La mencionada auditoría desveló también unas pérdidas de 2.800 millones de pesetas por encima de las inicialmente anunciadas por los anteriores responsables, elevándose de esa forma a 5.203 millones de pesetas. Fuentes de Macosa han manifestado que la adquisición de Aravallas no supone ninguna variación patrimonial para la sociedad.Con la compra de Aravallas, Macosa asume el pagaré de 1.500 millones de pesetas contraído con el Banco Central y que fue a parar a Ebroval. Esa cantidad son, según fuentes del banco, intereses condonados que provienen de créditos concedidos a Macosa en tiempos pasados y que el banco no pensaba exigir. La condonación se hizo de acuerdo con el Ministerio de Industria dentro de los planes de salvación de las empresas de material ferroviario y en función de que no cambiase la actividad.
Por alguna razón que ninguna de las partes implicadas ahora ha sabido explicar, los 1.500 millones aparecieron en el seno de la empresa instrumental Ebroval, integrada en Macosa, según ha descubierto la auditoría. La antigua empresa ferroviaria se desprendió, posteriormente, de esta instrumental, que, pasado el tiempo acabó en el seno de Aravallas, la instrumental que pasó a Macosa en una operación relámpago la noche del martes. Los actuales responsables de Macosa no conocen el objetivo concreto que pudieron tener los 1.500 millones.
Tampoco conocen los accionistas de esa sociedad instrumental, aunque algunas fuentes aseguran que estaba ligada a los directivos de la antigua Macosa, cuyo presidente era Eduardo Santos. Éste, que se entrevistó la misma noche del martes con su sucesor, José Ramón Álvarez Rendueles, antes de emprender viaje a París (es presidente de la filial española de Alsthom), rechazó que el destino fuera para intereses particulares de él u otros antiguos directivos de Macosa.
Esta empresa, que tradicionalmente ha estado ligada al Banco Central, es ahora la poseedora de los 1.500 millones de pesetas tras haberse comprado la empresa. Ahora la entidad que preside Alfonso Escámez deberá ratificar o modificar su anterior postura de no exigir esos intereses, como había decidido con la antigua Macosa. Fuentes del banco han comentado que no existe una postura concreta en estos momentos, aunque al haber cambiado su anterior naturaleza social puede modificarla. Las relaciones entre Escámez y los actuales responsables de Macosa, el propio Álvarez Rendueles y los Albertos, no han sido demasiado fructíferas.
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