La memoria de Jomeini sigue intacta
Medio millón de personas (como las que alzan frenéticas sus manos en la fotografía) soportaron ayer el calor, el polvo y el tumulto en el cementerio de Beheshtre Zahra, de Teherán, para honrar a su líder político y espiritual, el ayatolá Ruholá Jomeini, que las dejó huérfanas justo un año antes. El histerismo no llegó a los extremos vividos durante el entierro del imam, cuando las masas enloquecidas estuvieron a punto de descuartizar los despojos de su ídolo. Cinco mil dignatarios e invitados acudieron en helicóptero a las conmemoraciones, que tuvieron como escenario una mezquita levantada sobre la tumba de JomeiniPágina 2
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