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Las aseguradoras extranjeras perdieron 3.500 míllones en el ramo de vida en 1989

Las compañías de seguros extranjeras que operan en el mercado español contabilizaron a lo largo de 1989 unas pérdidas globales de 3.500 millones de pesetas, tras encajar unos resultados técnicos negativos de 7.800 millones, según se desprende de los datos facilitados por las propias empresas.

Estas cifras contrastan con los 20.600 millones de beneficios antes de impuestos obtenidos en ese mismo ramo por las entidades españolas. El sector asegurador, en su conjunto, cerró el pade pesetas-, sumaron unos gastos de explotación superiores a los 11.500 millones, lo que representa en torno al 20% de los gastos totales contabilizados por las compañías que operan en vida.A esta evolución han contribuido una serie de factores, como son los mayores costes internos que han tenido que soportar las entidades foráneas para instalarse en el mercado español (inversiones materiales, contratación y formación de personal, lanzamiento publicitario, etcétera).

El seguro de vida, además, es un negocio con un período de maduración estirnado por los expertos entre cinco y siete años, por lo que durante ese plazo es dificil que afloren beneficios.

Junto a estos factores, llaman también la atención los elevados gastos de gestión externa que presentan las compañías extranjeras. Esto se interpreta en medios del sector como la consecuencia lógica de un hecho que ha sido frecuentemente denunciado por los responsables de algunas entidades: que las aseguradoras foráneas están llevando a cabo una política basada en la conquista de carteras y, por tanto, de cuota de mercado, mediante el pago de sustanciosas comisiones a agentes y corredores de seguros.

Beneficios fiscales

Para buena parte de esas entidades, según han reconocido alguno de sus directivos, e1 objetivo prioritario no es tanto ganar dinero a corto o medio plazo, como conseguir una cartera de clientes lo más rápidamente posible. Las casas matrices, por lo demás, siempre cuentan con la posibilidad de acogerse a los beneficios fiscales establecidos en sus respectivas legislaciones locales con relación a las pérdidas contabilizadas por sus filiales.

Pese a que el resultado técnico para el conjunto de las compañías de seguros de vida -tanto nacionales como extranjeras- presenta un saldo negativo de 29.300 millones de pesetas en 1989, la cuenta de pérdidas y ganancias (en la que se computan ingresos financieros y los procedentes de rentas por el alquiler de inmuebles) muestra un beneficio global antes de impuestos de 20.600 millones, a los que hay que sumar otros 22.400 procedentes de los ramos no vida (accidentes personales, asistencia sanitaria, enfermedades automóviles, decelos, incendios, defensa jurídica, etcétera).

Cabe señalar que frente a las pérdidas de 3.500 millones de pesetas que arrojan las compañías de seguros extranjeras especializadas en vida, las sociedades anónimas muestran un resultado positivo de 22.000 millones, mientras que las mutuas ganaron 1.800 millones de pesetas.

Las compañías de seguros pagaron durante el año pasado en concepto de daños corporales 250.000 millones de pesetas, cifra un 20% superior a las estimaciones que realizó en su día la patronal Unespa. Las estimaciones para el presente ejercicio contemplaban una cifra de 275.000 millones.

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