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El Tribunal de Cuentas de la CE denuncia el fraude en las subvenciones a la exportación

, La Comisión Europea y los Gobiernos de los Doce no controlan las subvenciones a la exportación, que ascienden a 1,3 billones de pesetas al año, según un informe del Tribunal de Cuentas de la CE. La complejidad de los procedimientos y el volumen de dinero en juego, denuncia el informe, "hacen que el sistema sea tan vulnerable a la explotación fraudulenta". El tribunal no da datos de un fraude que se calcula en 500.000 millones de pesetas al año. Sí critica, en cambio, la falta de comprobantes y la política aleatoria dé subvenciones.

Un pequeño número de operadores, generalmente multinacionales o concesionarios exclusivos de los países del Este, absorben la parte del león de las llamadas restituciones a la exportación, que no son más que subvenciones a las ventas de productos agrarios a otros países. La Comunidad tiene precios de garantía que duplican y hasta triplican los del mercado internacional. Para dar salida a los excedentes no tiene más remedio que financiar con esa diferencia unos productos que ya pagó en origen mucho más caros para proteger las rentas de los agricultores.La exportación cada año de 33 millones de toneladas de cereales (una quinta parte de la producción), la eliminación de un millón de toneladas de la montaña de mantequilla y la venta de otro millón de toneladas sobre ventas de carne de vacuno o de cantidades ingentes de leche en polvo cuestan muy caro. Prácticamente, la tercera parte del presupuesto comunitario. El director general de Agricultura de la CE, Guy Legras, quien intentó ayer rebatir las acusaciones del Tribunal de Cuentas, advirtió no obstante que la situación del comercio mundial agrario "se presenta más dificil que en los dos últimos años". Es Estados Unidos -explicó- quien fija precios bajos y dispares y la CE no tienes más remedio que actuar en consecuencia.

Las subvenciones para encotrar salidas a estos productos eliminar los elevadísimos coste de almacenamiento carecen de comprobantes. La investigación del Tribunal de Cuentas demuestra que en Dinamarca la gran parte de las empresas beneficiarias no han sido investigadas durante muchos años.

La falta de control sigue la misma tónica en Francia donde 72 empresas acapararon el 99% de las subvenciones, pero sólo habían sido objeto de inspección somera en los últimos cuatro años. En el Reino Unido sucede lo mismo y en Holanda una empresa exportadora muy importante de leche era sólo una sociedad fantasma, cuyos únicos comprobantes eran los de las comisiones que habían recibido.

España, al margen

España no figura entre los país señalados, pero en la RFA el organismo del Ministerio de Finanzas encargado del control desconocía que se le había encomendado esa misión. El 9 de mayo 1989 el buque ruso "Danilkin" fue sorprendido en Hamburgo mientras era sometido a una curiosa operación de estibaje. Lo que según los documentos era una carga de trigo blando subvencionado alemán se convirtió en un trasvase del trigo frances que ya llevaba en sus bodegas. El traspaso de cada tonelada desde la parte de atrás a la delantera del buque costaba 10 dólar pero el secreto del extraño negocio estaba en el fraude.

Países del Este y naciones del Tercer Mundo son destinatarios de las exportaciones agrarias convencionadas. El Tribunal denuncia que la URS S pagó 19,5 millones de pesetas por 450 tonelas de mantequilla, mientras la subvención de la Comunidad ascendió a 112 millones.

Más allá de las denuncias del Tribunal de Cuentas de la CE, otras informaciones sitúan fraude en más de 500.000 millones al año. Hay quien apunta una exportación de cereales a país africano, supersubvencionada como ayuda de urgencia, que luego acabó en Suráfrica a precio mucho más caro. La parte de la mantequilla que compra la URSS a un precio 10 veces más bajo vuelve a entrar en tiendas de la CE a través de la RDA-RFA.

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