Pons se queja de sus neumáticos
Los neumáticos han contribuido al progreso de las motos más que la potencia de los motores, la estabilidad de los chasis o los materiales perfeccionados. Pero ese punto es el que causa un bajón alarmante en la competitividad de 500cc. Sito Pons (Honda) dice que, si no cambia la política de Michelin, le será imposible codearse con los mejores.
Michelin, que se ha comprometido a equipar a los grandes equipos de los Campeonatos del Mundo (Suzuki, Honda, Yamaha y Cagiva), expuso desde un principio la imposibilidad de entregar neumáticos del mejor tipo a todos los pilotos oficiales. La política de la firma francesa ha variado a lo largo de las primeras competiciones, aunque la tesis más común es que uno de cada marca (Schwantz, de Suzuki; Lawson, de Yamaha, y Gardner, de Honda) cuente siempre con gomas A. Rainey se unió al grupo tras ganar el Gran Premio de Japón y colocarse como líder de la cilindrada. Así, quedan dos juegos del A que los restantes (Pons, Chili, Mamola, Doohan y MacKenzie) deben ganarse para la carrera en los entrenamientos oficiales, lo que añade mayor tensión, aumenta las caídas y desequilibra las pruebas. Los que, finalmente, no los consiguen saben que serán meros comparsas.Esa enorme desigualdad es la que origina el aburrimiento del público en los 500cc, en los que la casa británica Dunlop, la única competencia de Michelin, está lejos de lograr sus éxitos en los 125cc y los 250cc. La carrera de Nurburgring (RFA) fue un ejemplo. Dunlop derrotó a Michelin en los 125cc y los 250cc y las victorias correspondieron a pilotos que no se habían impuesto aún: si Romboni (Honda, 125cc) y Zeelenberg (Honda, 250cc) no hubiesen tenido acceso a los neumáticos de pata negra, no habrían podido soñar ni con uno de los cinco primeros puestos. Pero en los 500cc sé asistió al lamentable espectáculo de ver cómo Mamola (Cagiva) soltaba las manos del manillar y aplaudía, burlándose de su suerte, cuando era doblado por Schwantz (Suzuki). Pons, Doohan, Chili, MacKenzie y Mamola se ven obligados a correr en los entrenamientos con el cuchillo entre los dientes. "La diferencia entre una goma y otra es enorme. Puede llegar incluso al segundo y medio por vuelta a partir de la novena o la décima", comenta Manuel Burillo, el representante de Pons.
Un duro comunicado
Dado que no podían aspirar al mejor material, algunos, como Ruggia, Sarron y Joan Garriga, decidieron cambiarse a Dunlop, que, al menos, los trata como estrellas. En este sentido, hay quien no comprende cómo Michelin, que todavía utiliza publicitariamente la imagen de Pons, bicampeón mundial de los 250cc (1988 y 1989), le niega los mejores neumáticos a él, uno de los que más ha hecho por consolidarla en el liderato del sector. Una persona próxima a él asegura que Pons está dispuesto a tomar una drástica decisión al respecto, ya que, contrariamente a Chili, Doohan y MacKenzie, no tiene que demostrar su valía ni su fidelidad a la marca. Un miembro del equipo Campsa señaló ayer que Pirelli había ofrecido a Pons, al confirmarse su pase a los 500cc, la posibilidad de convertirse en el único piloto de la firma italiana para evolucionar una serie de gomas. "Puede que Sito se esté arrepintiendo de haber rechazado esa oferta, ya que está siendo tratado como si acábase de llegar", indica.El comunicado difundido en Nurburgring por Campsa-Honda no puede ser más contundente: "Pons se ha quedado prácticamente sin neumático en la novena vuelta [se corría a 30 en un circuito de 4.323 metros], lo que ha hecho imposible cualquier estrategia o táctica" ( ... ) "Si alguien quiere acabar con los 500cc, ésta es la mejor forma de conseguirlo. Que cada cual asuma su responsabilidad. Ya es bastante ser principiante en la categoría como para luchar además con tal hándicap. En estas condiciones es imposible luchar por los primeros lugares".
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