El Papa pide en Malta a los jóvenes que rechacen la frivolidad y la droga
El papa Juan Pablo II concluyó ayer su visita a la República de Malta con un apretado programa, en el que destacaron un encuentro con 25.000 jóvenes en el estadio de fútbol Ta Gali, otro ecuménico en la catedral de Mdina y una misa multitudinaria con la que se despidió de los malteses. A los jóvenes, el Pontífice les pidió que rechacen las promesas de inmediata felicidad", como la droga y la vida frívola.A las ocho de la mañana, Juan Pablo II se reunió con el mundo de la cultura en la iglesia de San Julián, una pequeña localidad de pescadores. Tras esta cita, el Pontífice se dirigió al estadio nacional de fútbol Ta Gali, donde habló a 25.000 jóvenes.
El Papa rezó el Regina coeli, junto con un grupo de enfermos y minusválidos, en la iglesia de San Pablo, en Rabat. Luego se trasladó a la gruta de San Pablo, también en Rabat, donde, según la tradición, pasó tres meses san Pablo después de haber naufragado en las costas de la isla cuando viajaba a Roma desde Tierra Santa.
En la catedral de Mdina, el Papa mantuvo un encuentro ecuménico con representantes de iglesias no católicas. En Floriana, donde está la plaza más grande del pequeño archipiélago, celebró una misa, con la que puso fin a su visita de tres días.
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