Condenado un asesor fiscal por estafar 202 millones a 17 bancos de Alicante

José Bertomeu Martí, asesor fiscal, ha sido condenado por la Audiencia de Alicante a seis meses y un día de prisión menor como autor de un delito de estafa y a un mes y un día de arresto mayor y multa de 20.000 pesetas por otro delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso con otro delito continuado de estafa. El procesado, de 66 años de edad, estafó en 1984 más de 202 millones de pesetas a 17 entidades de crédito de la capital alicantina, que en su día presentaron una querella contra él.

, Bertomeu, de 66 años de edad, era el gerente y administrador único de la mercantil Bertomeu Martí Asesoría, SL, que se dedicaba al asesoramiento fiscal, contable y laboral de empresas privadas. El cobro de los servicios a sus clientes lo realizaba habitualmente mediante el giro de efectos cambiarlos y recibos a determinadas entidades bancarias, que le anticipaban las cantidades a cobrar ya que no habían tenido en ninguna ocasión devolución de los recibos. Esta situación de confianza había provocado que los bancos abrieran líneas de descuento a la asesoría de Bertomeu hasta distintos límites, mediante pólizas avaladas con la garantía personal de los bienes de Bertomeu o los que teníajunto con su esposa.No obstante, según recoge la sentencia, a mediados de 1984 José Bertomeu comenzó a girar efectos recibos a nombre de clientes a los que había asesorado anteriormente, pero que en estos casos ni correspondían a nuevos trabajos realizados ni tan siquiera encargados. Bertomeu presentó en los bancos dichos recibos para su descuento, lo que logró inmediatamente ya que las entidades confiaban en que, como en ocasiones anteriores, cobrarían posteriormente de los clientes de Bertomeu el dinero aldelantado. Así ocurrió con 17 entidades distintas a las que estafó cantidades que oscilan entre los 41 millones y las 700.000 pesetas.

Todas las entidades vieron cómo se les devolvían las facturas sin pagar ya que no respondían a operaciones reales efectuadas por Bertomeu Martí, mientras el asesor fiscal se quedaba con las cantidades adelantadas.

En septiembre de 1984, Bertomeu le regaló a la novia de uno de sus hijos un piso valorado en 24 millones de pesetas, al tiempo que vendió por 20 millones de pesetas a sus cuatro hijos varios locales de su propiedad. Con ello Bertomeu intentaba deshacerse de parte de su patrimonio, que figuraba como aval ante los bancos.

Atenuantes

Ante la situación creada, el procesado, que pasó cinco meses y medio en prisión preventiva, se reunió con los representantes de las entidades bancarias, a quienes les cedió parte de su patrimonio personal, que ascendía a más de 300 millones de pesetas, y tras quedar hipotecado, las entidades se dieron por satisfechas y renunciaron a toda indemnización.

El tribunal en este caso ha aplicado la eximente incompleta de enajenación mental, ya que el procesado, según recoge la sentencia, padecía una atrofia degenerativa de la corteza cerebral que, unida a la psicosis maníaco-depresiva que padecía, "le produjo una importante perturbación en la personalidad que afectaron a su intelecto y a su voluntad". Cuando Bertomeu estafó a las entidades bancarias, intentó suicidarse al ingerir 60 comprimidos farmacéuticos y cortarse las ventas del antebrazo.