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Rojas confiesa que se cortó con un bisturí durante el partido Brasil-Chile

El portero chileno Roberto Rojas confesó, después de insistir durante cas nueve meses en su inocencia, haberse herido en la frente con un bisturí durante el partido de clasificación para el Campeonato del Mundo jugado entre Brasil y Chile el 3 de septiembre en Río de Janeiro. "Pensaba sacar una ventaja deportiva para mi equipo: que nos dieran por ganados los puntos. No es verdad que quisiera dinero u otras regalias... Sólo pensé en mi país", dijo Rojas -sancionado de por vida por la FIFA- al diario La Tercera, que publicó ayer su confesión en una primera entrega titulada: "¡Soy culpable!".El ex capitán de la selección chilena contó la verdad a su esposa, su madre y un hermano horas después de que otros tres sancionados por la FIFA le responsabilizaran. "Fue como estar en un funeral. Pero ya no podía más con mi conciencia porque no se puede vivir con la mentira a cuestas", expuso.

Una broma tomada en serio

Cuatro días antes del encuentro de Maracaná, una broma del técnico, Orlando Aravena, prendió la idea del engaño en Cóndor Rojas, llamado así por su agilidad y su prominente nariz. Tras su caída en un entrenamiento, dijo: "A la primera, allá [en Brasil] te das vueltas y nos vamos de la cancha..." En un clima hostil, el delantero Jorge Aravena tomó en serio la chanza y replicó: "No, profe; jugando al fútbol, ganamos a los negros". A los dos días, Rojas le preguntó al defensa Fernando Astengo: "¿Te animas a hacer algo?". Aunque Astengo lo desmintió ahora, Rojas sotuvo que le contestó afirmativamente. El pacto secreto de ambos, que jugaban en clubes brasileños, fue simple, según Rojas: "Si le pasaba algo, al equipo lo retiraba yo. Si me pasaba a mí, lo hacía él"."Maestro, está todo listo", le señaló el cuidador, Alejandro Kock, al pasarle un bisturí envuelto en tela adhesiva, pero con un centímetro de filo al descubierto. "Me lo puse en la pierna izquierda, al lado de la canillera, y jugué así el primer tiempo", comentó Rojas. "Mi idea y la de Astengo era aprovechar un momento en que la pelota saliera por detrás del arco. Entonces iba a correr hacia el balón y simular que me daban una pedrada". Pero no pudo hacerlo por los policías y reporteros gráficos.

En el descanso, Rojas puso el bisturí entre su guante derecho y la camiseta. En el minuto 69, cuando Chile perdía por 0-1, "surgió una luz verde". "Yo no supe", expuso Rojas, "que era una bengala hasta después. Sólo la vi, sentí la explosión, me tiré y me corté".

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