Condenado a 27 años un hombre que mató a su mujer y violó a su cuñada en Málaga

La Sala Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga condenó ayer a un total de 27 años de prisión menor a Francisco García Antúnez, un joven de 29 años de la localidad de Pizarra (Málaga) que mató a su mujer en noviembre de 1987 y violó a su cuñada, de 16 años, con el propósito de dejarla embarazada y hacer sufrir a su suegra para vengarse, según su testimonio, "por las humillaciones y ofensas que continuamente recibía de ella".La Audiencia, sin embargo, absolvió a García Antúnez del delito de parricidio aduciendo que sufría una alteración mental transitoria en el momento de disparar las seis balas de la carabina con las que se dio muerte a su esposa, Antonia Pacheco García, de 24 años.

La sentencia considera en su fallo que el acusado, tras matar a su mujer, recuperó su estado normal, por lo que le condena a seis años de prisión por el rapto de su cuñada, Ana María Pacheco, 12 años de reclusión por la violación, seis por atentado contra las Fuerzas de Seguridad y uno por tenencia ¡lícita de armas.

García Antúnez además fue condenado a pagar 10 millones de pesetas de indemnización a su propio hijo, de siete años, y a su cuñada, con medio millón de pesetas.

Según el relato de los hechos que recoge la sentencia, el condenado, sin antecedentes penales, en la tarde del 23 de noviembre de 1987 raptó a su cuñada y la introdujo en un coche con intención de violarla. Posteriormente, en su propio domicilio, la dejó amordazada en una de las habitaciones, y siguió realizando su vida normal.

Mazo de madera

Se acostó con su mujer, y cuando la creyó dormida, "se le acerca para golpearla con un mazo de madera hasta que lo rompe, aunque sin conseguir el propósito de matarla".

Antonia, continúa la sentencia, logró huir hacia la puerta principal y recibió seis disparos de escopeta por parte de su marido, que le ocasionaron la muerte inmediata.

Tras guardar el cuerpo de su mujer en la casa cerró las puertas y amontonó varias bombonas de gas butano a la entrada de la casa, a la vez que efectuaba diversos disparos de intimidación contra los agentes de la Policia Municipal que se encontraban en el exterior, hiriendo a uno de ellos.

Posteriormente "durante un momento de calma", violó a su cuñada. La intervención de un grupo especial de la Guardia Civil puso fin a una historia que vivió también en el interior del inmueble el hijo del condenado, de apenas cinco años de edad.