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Holanda decide sumarse a la elección de Jacques Attali como presidente del banco de ayuda al Este

Isabel Ferrer

El Gobierno holandés ha decidido sumarse al acuerdo tomado por los 42 países involucrados en la formación del Banco para la Reconstrucción de la Europa del Este (BERD) alcanzado el sábado en su reunión de París y que designa al francés Jacques Attali como presidente y a Londres como sede. La Haya mantuvo hasta el último momento las candidaturas de Onno Ruding, antiguo ministro de Economía, y de Amsterdam.

El Gobierno holandés sólo acató la decisión de la mayoría tras una crítica oficial al acuerdo previo tomado por Francia y Gran Bretaña fuera del ámbito de la Comunidad Europea. El contencioso ha enfrentado a grandes y pequeños miembros de la CE, contrarios éstos últimos a aceptar un pacto para el que no habían sido consultados y que deberá formalizarse el próximo 29 de mayo con la firma de todos.El sábado, los 42 fundadores del BERD dieron en París 32 votos para la candidatura del consejero de Mitterand, Jacques Attali, a la presidencia del banco, mientras Londres consiguió 23 votos para constituirse en sede.

Se formalizaba así el acuerdo al que habían llegado en Washington Francia y el Reino Unido con motivo de la reunión del Grupo de los siete países más ricos del mundo y de la asamblea del Fondo Monetario Internacional. Portavoces del Ministerio de Asuntos Exteriores afirmaron en La Haya poco después de la votación del sábado que el debate de París sólo produjo "opiniones" y "apreciaciones" sobre un tema que ha activado todos sus resortes diplomáticos. Holanda representaba al grupo de pequeños países (Bélgica, Luxemburgo, España, Portugal, Grecia y Dinamarca) que no estaban dispuestos a firmar los estatutos del banco hasta que la Comunidad Europea abriese una discusión reglamentaria y pudiera tomarse una decisión unánime. Sólo de este modo la Comisión Europea recibiría el mandato que transformaría a la Comunidad en miembro del mismo. El Banco de Europa del Este empezará a operar con un capital de 12.000 millones de dólares.

La alternativa

El primer ministro democristiano holandés Ruud Lubbers, aseguró tras conocerse la votación de París que no bloquearía la constitución de la entidad, aunque sí mantendría abierta "hasta el final" su doble propuesta de presidente y de que Amsterdam fuera la sede. Finalmente, Holanda retiró sus candidaturas y aceptó la decisión tomada por la mayoría de los países miembros del BERD.Lubbers opina que Gran Bretaña y Francia actuaron a espaldas de la propia Comunidad Europea repartiéndose en Washington sede y presidencia, respectivamente, de una entidad de la que la Comunidad ostenta la mayoría con un 51% del capital.

El pacto entre Francia y Reino Unido contaba con el apoyo de Italia y la República Federal de Alemania, pero fue calificado de poco democrático y ajeno a los estatutos comunitarios por el jefe de Gobierno holandés.

La diplomacia holandesa quería evitar también que la dirección de las grandes instituciones europeas vaya a parar siempre a Francia a la que acusan de ocultar sus propios acuerdos. Lubbers ha roto su ,tradicional mutismo para explicar cómo el pasado noviembre el presidente galo François Mitterrand le pidió ayuda para allanar el camino de un banco mal visto entonces en Londres y Bonn. En diciembre, Holanda presentaba en París a Ruding como candidato con el apoyo del propio Jacques Attali. Sin embargo, tres meses después el presidente Mitterrand empeñaba su prestigio introduciendo a este consejero como único director posible.

La primera ministra británica, Margaret Thatcher, se había comprometido a apoyar a Ruding, pero informó a su colega holandés de los cambios de Washington. Un extremo éste ahora negado por París que preferiría trasladar la decisión final fuera del ámbito comunitario. Aduce para ello que sus conversaciones con Londres sólo pretendieron salir del estancamiento producido por las desavenencias de los miembros pequeños de la Comunidad incapaces de lograr una decisión común.

Esta explicación ha sido muy criticada en La Haya, que se hubiera conformado con salvar uno de los dos extremos de su candidatura, "para que la propia unión europea no saliera perjudicada por las fricciones comunitarias", según las declaraciones realizadas por Ruud Lubbers este fin de semana en La Haya.

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