La familia Serratosa, dispuesta a reorganizar sus participaciones en Valenciana de Cementos
La familia Serratosa, que se quedó con una participación del 38% del capital de Valenciana de Cementos Portland tras el acuerdo tripartito con Banesto y Aker Norcem, ha encargado a una sociedad de valores y bolsa el diseño de una operación para reorganizar su participación. La operación, que se decidirá esta misma semana, trata de desconcentrar una inversión y conseguir nuevos recursos para que todo el peso no recaiga sobre los miembros de la familia.
La intención de la familia valenciana es rentabilizar al máximo el desembolso y la participación en la cementera. Cuando los Serratosa, de acuerdo con la firma noruega Aker, recompraron el 31,8% de Valenciana de Cementos a Banesto depositaron en DASA, una instrumental participada por la mencionada familia y los Garnica, el 15,5% del capital con vistas a buscar un destino posterior.En estos momentos, la sociedad encargada del diseño financiero de la operación baraja varias alternativas. Una de ellas podría ser la colocación en el mercado de un paquete cercano al 19%. Otra posible sería la amortización de algunos paquetes de acciones, con lo que se recuperaría parte de la inversión realizada. Caben asimismo otras posibilidades que baraja la sociedad de valores encargada de la ingeniería financiera. Es posible asimismo que no todos los miembros de la familia estén dispuestos a vender. Según fuentes del sector, varios grupos internacionales con intereses en España han recibido la propuesta de comprar en el mercado londinense participaciones cercanas al 20%. Ofertas similares han recibido algunas sociedades de valores y bolsa españolas. Estos contactos, que han sido confirmados por los propios interesados, fueron calificados como fuera de lugar por fuentes cercanas a la operación.
Los movimientos que está habiendo en torno a Valenciana en las fechas anteriores a esta nueva operación han sido conocidos por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que, sin embargo, no ha sido informada al detalle.
Mientras tanto, Aker, que en su día dijo públicamente que haría una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) para llegar hasta el 40% del capital, lleva dos consejos de administración -los correspondientes a los dos últimos meses- sin tomar la decisión. De todos modos, la empresa nórdica mantiene la intención de ampliar su participación, para lo que tiene que adquirir el 15% que está actualmente en manos de los accionistas minoritarios. Por ello es cabal pensar que la reorganización que pretenden los Serratosa se produzca antes de la oferta de adquisición de Aker. En cualquier caso, ambos tienen asegurado el control de la sociedad.
Tras la realización de la OPA es posible que el Banco Bilbao Vizcaya (BBV) tome un 5% del capital. De hecho, el banco vasco fue la entidad que avaló la operación de recompra junto al Banco Central y el que será el principal beneficiarlo del negocio bancario de la empresa cementera. Por cuestiones de formalización de la operación de aval, el BBV y el Central tomaron el 25% cada uno de Cementos del Mar, filial de Valenciana.
La operación de los Serratosa en Valenciana es un capítulo más en el proceso de aclaración de las participaciones de la empresa cementera, uno de los principales activos industriales del grupo Banesto antes de que se produjeran las desavenencias con sus socios, las familias Serratosa y Garnica. Las diferencias terminaron con el acuerdo de venta de la participación del banco presidido por Mario Conde, el 31,9%, al tiempo que la familia valenciana se desprendía del 1,47% que poseía en la entidad financiera y del 1,08% de Auxiliar Sansón, cementera integrada en el grupo Valenciana, que ha pasado a estar controlada por la Corporación Banesto.
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