El jefe de la policía de Noia denuncia a tres guardias civiles por narcotráfico

Un ex guardia civil de la localidad de Noia (La Coruña) ha presentado ante el juzgado varios testimonios sobre la presunta implicación de tres miembros del cuerpo en actividades de tráfico de estupefacientes y contrabando. Manuel González López, en la actualidad jefe de la Policía Municipal de la villa, abandonó la Guardia Civil en mayo del pasado año tras ser trasladado a Burgos junto a otros agentes de los puestos de Noia y Boiro a los que la Dirección General de la Guardia Civil acusó de "comportamientos poco decorosos".

Las imputaciones de González López se dirigen contra un capitán trasladado del municipio Luis Alegre Ramiro, y dos agentes, Emilio de la Iglesia Barros y Rodolfo Fernández Getino, uno en situación de reserva y otro de baja.Estos tres guardias civiles habían demandado a su ex compañero el pasado mes de abril por unas declaraciones de éste en las que les acusaba de presunta connivencia con actividades de contrabando de tabaco y tráfico de droga.

Junto a González López comparecieron ante el juzgado de Noia otras tres personas que aseguraron tener constancia de que los tres agentes participaron o consintieron operaciones de compra y venta de drogas.

Uno de los testigos afirmó ante la autoridad judicial haber presenciado cómo el capitán Alegre Ramiro vendía tabaco rubio de contrabando.

'Desaparición' de un alijo

González López entregó a la juez de la localidad un escrito firmado por un guardia civil en el que éste se refiere a la supuesta desaparición de un alijo de droga incautado en el municipio.

Otras dos personas, vecinos de Noia, grabaron su testimonio en una cinta magnetofónica en la que denuncian haber recibido amenazas y extorsiones por parte de los mencionados miembros de la Guardia Civil. Estos testigos, según González López, prefieren mantenerse en el anonimato hasta que se celebre el juicio por temor a represalias.

El alcalde de Noia, Pastor Alonso, del Bloque Nacionalista Galego, y el juez de la localidad ya habían denunciado hace más de un año las actividades supuestamente irregulares de miembros de la Guardia Civil de esta villa y de otro pueblo vecino, Boiro, situado en la ría de Arosa.

Traslado de agentes

A raíz de estas manifestaciones, la Dirección General de la Guardia Civil sancionó y ordenó el traslado de varios agentes, entre los que se encontraba el propio González López, enfrentado con sus compañeros de cuerpo.

González López decidió entonces abandonar el cuerpo y fue nombrado por el alcalde de Noia jefe de la policía municipal.