El PC portugués se reúne para rechazar los vientos de reforma en el comunismo

El congreso extraordinario del Partido Comunista Portugués (PCP), que se celebra desde ayer y hasta el domingo en Loures, una ciudad dormitorio del cinturón rojo de Lisboa, significa la consagración de una opción histórica. oficialmente convocado para discutir los acontecimientos en curso en los países del socialismo real y la crisis del movimiento comunista, la magna asamblea de los comunistas portugueses va a ratificar, con pompa y circunstancia, una voluntad de resistencia a los vientos que soplan del este.La única cuestión que suscita alguna expectativa entre los cerca de 2.000 delegados, y agita a los periodistas, es el nombre del dirigente que será escogido por el comité central para el nuevo cargo de secretario general adjunto, y que ocupará la posición de favorito para la sucesión del actual líder, Alvaro Cunhal, con 77 años.

El nombre del delfin no será discutido en público y es probable que los delegados ya lo conozcan, aunque se dice que el eurodiputado Carlos Carvalhas rechazó el cargo.

Sobre los acontecimientos que desde hace un año revolucionan los países del Este y los demás partidos comunistas se pasará rápidamente, aunque en el último momento la dirección del PCP decidió cargar un poco más las tintas en relación a los errores cometidos por los partidos comunistas en el poder: no para hacer una autocrítica, sino, al contrario, para subrayar que el PCP nunca cayó en tales aberraciones y sería "desastroso" el "trasplante mecánico de las experiencias de otros países socialistas a Portugal".