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Martín Vázquez acapara la atención a la llegada de la selección española a Italia

, Rafael Martín Vázquez fue el protagonista de la llegada de la selección española al aeropuerto de Trieste (Italia), desde donde se trasladó en autocar hasta Tarvisio, lugar de concentración para el Mundial hasta el día 26. Periodistas, aficionados y curiosos se mostraron ansiosos por conocer a la nueva estrella del calcio, que tampoco desveló en esta ocasión el nombre de su futuro club. La selección fue despedida en Madrid con una fiesta popular organizada por la empresa propietaria del muñeco Mimosín, mascota del equipo español.

Hombres como Michel o Butragueño, muy conocidos en Italia, apenas fueron molestados. Los micrófonos y los objetivos de las cámaras se desentendieron incluso de Luis Suárez, toda una institución en este país, y buscaron con afán las palabras de Martín Vázquez.Hubo un momento en que el seleccionador no tuvo más remedio que llamar públicamente la atención a una reportera italiana de televisión que se empeñó en entrevistar a Martín Vázquez durante los discursos oficiales de bienvenida. La moderadora del acto, al ver a Suárez tan molesto, pidió paciencia a los informadores. Unos minutos antes, un periodista local se había aproximado al futbolista nada más descender éste del avión y le había preguntado si estaba contento por haber fichado por el Torino. La respuesta del jugador fue: "Yo no he firmado nada todavía". El periodista, con los brazos en jarras y un gesto de sorpresa, insistió: "¿Cómo que no?". No encontró respuesta. El todavíajugador del Madrid estaba ya a unos metros firmando autógrafos a sus futuros hinchas.

La selección española recibió la bienvenida de las autoridades deportivas y políticas de la región de Friuli-VeneziaGlulla, así como el saludo de los representantes del comité organizador de Italia 90. No faltó nadie. Incluso el presidente del aeropuerto estuvo presente en el acto. Más tarde, la localidad de Tarvisio, población turística situada a escasos kilómetros de las fronteras de Austria y Yugoslavia, que aspira a organizar unos juegos olímpicos de invierno, acogió a Luis Suárez y a sus hombres engalanada con los colores de la bandera española. En todas las esquinas, en grandes caracteres, podía leerse una hermosa frase: "Tarvisio e Espagna, amore a prima vista".

Antes de salir de; Madrid, la empresa Lever, propietaria de la marca Mimosín, nombre del muñeco que representa la mascota del equipo español [consiguió el contrato por seis millones de pesetas], organizó una fiesta de despedida a los jugadores. Contrató a una pequeña orquesta del pueblo de Cedillo del Condado (Toledo) y recurrió a una academia de ballet para contratar a 20 jovénes majorettes, vestidas con una falda azul y una camiseta roja, el uniforme del equipo español. Las jóvenes se limitaron durante casi una hora a moverse según los compases de la orquesta y a gritar al unísono los nombres de España y Mimosín. Los jugadores sólo aparecieron en los actos al abandonar el hotel para trasladarse al aeropuerto.

Dinero para gastos

Los jugadores recibieron ayer 500.000 pesetas, la mitad en liras, para sus gastos personales en Italia. Antes de tomar el avión, todos ellos mostraron su confianza en realizar un buen papel en el Mundial 90. Emilio Butragueño, capitán del equipo español, comentó: "Tengo la esperanza de que si Dios está con nosotros y tenernos fortuna, podemos conseguir la mejor clasificación de España en un Mundial".

"Suerte y máximo esfuerzo", fue la petición que recibieron los jugadores, a la hora de la despedida, de su presidente, Ángel María Villar, quien aseguró haber puesto todo su empeño en la mejor preparación del equipo nacional. Villar, sin embargo, expresó su temor de que surja algún problema en una concentración tan larga.

La selección realizará hoy su primer entrenamiento en Italia, a una altitud de 754 metros sobre el nivel del mar y bajo el limpio aire de los Alpes.

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