"El PSOE nunca fue una referencia para mí"
Julio Anguita cree que el ciudadano exige a Izquierda Unida por encima de sus responsabilidades
Julio Anguita, cabeza visible de Izquierda Unida (IU) y secretario general del Partido Comunista de España (PCE), asegura que nunca ha tomado como referencia al PSOE a la hora de definir su propia política. Añade que este hecho y la decisión de disputar al partido de Felipe González la hegemonía de la izquierda constituyen las aportaciones más importantes del proyecto que es todavía IU. El carismático ex alcalde de Córdoba espera obtener buenos resultados en las elecciones andaluzas, entre otras cosas porque su formación "está intocada" por escándalos políticos.
Pregunta. IU se juega mucho en las elecciones andaluzas. Sobre todo a la vista del descenso que ha sufrido el Partido Comunista Italiano (PCI) en las administrativas de su país. ¿Le inquieta este hecho?
Respuesta. De entrada, el PCI e Izquierda Unida no son vidas paralelas. Aparte de coincidencias, cada cual sigue su camino y su propia estrategia; la prueba es que el PCI ha bajado y aquí IU sube. Efectivamente, en Andalucía nos jugamos mucho, pero todas las fuerzas políticas, no sólo IU.
P. Sin embargo, IU es todavía, según sus palabras, un proyecto, y como tal cada consulta se plantea como una prueba para su viabilidad.
R. Lo es, efectivamente, y yo creo que va a ser posible subir, pero va a depender del discurso que hagamos. No tanto de nuestro programa, que ya está escrito, sino de si somos capaces de trasladarlo a la gente de una forma sencilla y serena. A nuestro favor juega ser una fuerza que está intocada. No tenemos escándalos políticos, sino las tensiones lógicas de toda organización.
P. ¿Cuándo va a dejar IU de ser unas siglas y un programa suscrito por tres partidos para convertirse de verdad en una formación operativa, con personalidad y estructura definida?
R. Es que lo que tiene que consolidarse es lo que hay ahora. Durante mucho tiempo tiene que ser una conjunción de fuerzas que encuentran su denominador común en el programa de IU. Llevamos mucho tiempo explicándolo, pero hay que volver a hacerlo, incluso en el seno de IU. Esto es algo nuevo; estamos creando una nueva izquierda, no en cuanto a sus objetivos finales sino a sus componentes -socialistas, comunistas, anarquistas y los movimientos alternativos-.Por lo tanto, el proceso debe ser necesariamente lento e implica tensiones permanentes.
P. ¿Pero no le priva esto de operatividad, de capacidad de respuesta inmediata, no hay demasiadas discusiones para ponerse de acuerdo?
R. En principio, nuestras discusiones sobre estas cuestiones no están estorbando la actividad parlamentaria, pero sí es cierto que una excesiva interiorización puede entorpecer el despliegue de IU hacia la calle. Muchas veces se mira más a la organización que al proyecto, a su desarrollo en la sociedad.
P. En Izquierda Unida ustedes se plantean nada menos que alzarse como alternativa al PSOE y hacerse con la hegemonía de la izquierda. No obstante, Santiago Carrillo aseguró días atrás: "No es posible otra alternativa al PSOE que no sea la derecha pura y dura".
R. Cuando en IU decimos que somos alternativa no nos referimos a que mañana vamos a desplazar electoralmente al PSOE, sino a que hemos generado un discurso nuevo, sin dependencias de nadie. Esas palabras reflejan la satelización que ha sido característica en la política de ese señor, y con la que IU ha roto definitivamente.
P. Pero a veces parece que el discurso de IU consiste en llevarle la contraria al Gobierno socialista.
R. Si se observan nuestras propuestas se verá que siempre giran alrededor de nuestro programa. No obstante, si me preguntan qué pienso sobre la política del PSOE tendré que contestar. Pero no es mi estilo actuar a la contra de nadie. A mí nunca me ha preocupado el PSOE, nunca ha sido una referencia para mí.
P. Que IU sea una de las formaciones todavía no salpicadas por episodios de corrupción política ¿se debe a algo especial o al simple hecho de que apenas ha tocado poder?
R. No, no, la clave está en un talante y en una manera distinta de plantear la política. Espero que los ciudadanos lo tengan en cuenta cuando lleguen las próximas elecciones, porque hay una tendencia a exigirnos más responsabilidades que las que la calle nos concedió. Si sólo tenemos 17 diputados es porque el pueblo no nos dio más; y hay que recordárselo así.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.