Una exculpación con lágrimas en los ojos
Miguel Pérez Villar, consejero de Economía y vicepresidente del Gobierno de Castilla y León, acabó ayer con lágrimas en los ojos cuando rechazó su presunta implicación en el caso Naseiro en una conferencia de prensa en Valladolid. "Ni conozco a Sanchis ni a Palop ni tengo nada que ver, pero digo que si quien escribe estas suposiciones se ha preguntado si un ser, además de político, es otra cosa. Tengo cinco hijos, una familia que está muy afectada y que puede sufrir por todo ello pese a que saben que he actuado siempre con honestidad".Pérez Villar precisó que la inmovilización de 1.000 millones en el Banco Cantábrico no fue un caso aislado sino que sucedió lo mismo con 2.000 millones en el Banco de Crédito Hipotecario, "que es estatal", recordó, "y nadie lo menciona" y en otras entidades. Todo lo cual obedece, según Pérez Villar, a que se iban a destinar a empresas de alta tecnología que comportan altos riesgos.
Su esposa, Rosa Carballo, matizó ayer en declaraciones a la cadena COPE que no asesora a la Asociación Provincial de Empresarios de Minas de Antracita de León (APEMA), sino a algunas de las empresas asociadas.
Esta versión contrastó con la del propio presidente de APEMA, Mario Moliner, quien recordó que cuando Pérez Villar fue nombrado consejero autonómico dejó de asesorar a esta sociedad y que entonces la esposa de éste asumió la asesoría fiscal. Rosa Carballo anunció su propósito de continuar con este trabajo. "Tengo que comer, tengo cinco hijos y no puedo echar por tierra ocho años de un trabajo que necesito para vivir. Además, no tengo nada que ocultar", sentenció.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.