Falsos debates

Lleva Julio Anguita un año y medio en Madrid y todavía no ha mantenido una entrevista con el presidente Felipe González. "Yo ya la pedí," explica. "Es él quien tiene que contestar". Es todo un reflejo de las inexistentes relaciones entre las dos principales de la izquierda española. Anguita afirma que no está dispuesto a que se juzgue al PCE en relación a lo que sucede en los países del Este -"nuestro partido siempre ha luchado por la libertad", argumenta-, ni tampoco a que se le introduzca en "falsos debates" sobre el futuro de la izquierda."No acepto los comportamientos miméticos ni que nadie me imponga el ritmo. La corriente de la historia va más lenta de lo que parece y se debe avanzar con prudencia. Se está promoviendo debates muy falsos sobre el futuro de la izquierda: Todos terminan hablando de una organización común, pero nunca de su contenidos. Definir el papel de la izquierda hoy es hablar de contenidos; luego ya vendrán las fórmulas orgánicas, pero no al revés.

P. ¿No cree que todavía quedan en la actuación política el PCE esquemas de la resistencia antifranquista?

R. Sí puede haber algún tic defensivo, pero creo que la política de IU es netamente ofensiva, no tenemos ningún complejo de inferioridad. Supone un giro copernicano que poco a poco se va imponiendo. Y el PCE lo está aceptando a ritmo muy importante, aunque quizá todavía quedan en el partido personas a las que le cuesta asumirlo.

P. IU predica la apertura a toda clase de movimientos alternativos e iniciativas sociales. ¿No le preocupa que esa actitud desemboque en un apuntarse a todas las movidas?

R. Efectivamente, puede ser un riesgo en la medida de que olvidamos, y a veces lo hacemos, que el encuentro de Izquierda Unida con ecologistas o pacifistas ha de hacerse a nivel de programas, que es donde se decanta si una posturas es de izquierda o de derecha. Hay que estar atentos, ya que dentro de los verdes y del pacifismo hay posturas que no encajan dentro de la izquierda.