Los nacionalistas coparán el Parlamento croata

ENVIADA ESPECIALLa segunda vuelta electoral para designar los 225 diputados que completarán el Parlamento de la república yugoslava de Croacia se celebró ayer con una fuerza política claramente destacada en los pronósticos: los nacionalistas de la Comunidad Democrática Croata (CDC), encabezados por el ex general y ex comunista Franjo Tudjman.

En la primera vuelta del 22 de abril, donde ganaron sólo los candidatos que tenían más de un 50% de los votos, la CDC barrió a sus adversarios. Si esta tendencia continúa en la segunda vuelta, en la que se necesita mayoría simple, -y todos los indicadores lo señalan así tras 45 años de dominación comunista-, dos tercios del Parlamento democráticamente elegido serán controlados por un único partido, cuya solidez democrática no se ha consolidado todavía.

Para asegurarse un puesto en el casi seguro nuevo poder, células enteras del partido comunista, en algunas localidades pequeñas, se pasaron colectivamente de la Liga de los Comunistas a la CDC, y algunos altos mandos de la policía de Zagreb están considerando esa misma decisión.

La Coalición del Acuerdo Popular, que tras pretender mediar entre comunistas y nacionalistas militantes, resultó el perdedor principal en la primera vuelta electoral, se escindió en la segunda entre socialdemócratas y liberales, por una parte, y nacionalistas del Partido Demócrata Croata, por otra.

"Los temas electorales concretos no importaron a los electores", dice uno de los candidatos perdedores socialdemócratas. "La gente sólo quería saber cuál era mi postura nacional y nadie me preguntó una sola palabra acerca del programa electoral".

Los comunistas, que consiguieron únicamente 13 escaños en la primera vuelta, en la que se disputaron 131 asientos, sondean quien puede alquilar el enorme edificio de su comité central en la calle de Karl Marx, demasiado grande y caro para un partido que desciende del poder.

Si se confirman las tendencias electorales de la primera vuelta y los electores no efectúan un viraje inesperado, Croacia habrá sustituido un partido por otro en nombre de la soberanía nacional.