El Banco Central fija en 9.200 pesetas por título el precio de su 10,76% en Carburos Metálicos

Alfonso Escámez solicitó a Mario Conde un total de 9.200 pesetas por acción como condición indispensable para canjear la participación del 10,76% que el Banco Central tiene en Carburos Metálicos por la que Banesto poseía en Azucarera y que alcanzaba un 10,45%. El precio solicitado por el Banco Central era igual que el fijado el pasado 13 de enero, cuando Mario Conde compró al Santander el paquete del 12,3% que esta entidad poseía también en Carburos. La pretensión del Banco Central fue rechazada, sin embargo, por el Banco Español de Crédito con el argumento de que la cotización de la empresa química había caído durante los dos últimos meses en torno a 1.000 pesetas por acción.

Escárnez se negó a diferenciar el valor del precio y Bartesto rompió la negociación, vendiendo sus títulos de Azucarera a una empresa comercializadora británica. Cuando se cerró la venta del paquete del Banco Santander, las acciones de Carburos coti zaban en el mercado continuo a 8.000 pesetas por título. Es decir, que Mario Conde pagó 1.200 pesetas por encima de ese precio, aunque dos meses después las acciones de Carburos han bajado hasta las 7.000 pesetas por acción. A mediados de enero Conde se desprendió de su participación en la Compañía de Industrias Agrícolas en la que tenía interés el Santander, y, a cambio, la entidad presidida por Emilio Botín vendió a Banesto el 12,3% que controlaba en Carburos Metálicos. En consecuencia, Banesto hubo de pagar además un total de 9.000 millones de peseta para cuadrar la operación.

El intercambio

Este mismo diseño es el que quiso efectuar Banesto con el Banco Central, ya que, en teoría, el intercambio era perseguido por ambas entidades. Conde ha fijado su objetivo sobre Carburos de la misma forma que Escámez lo ha hecho sobre Azucarera. El problema fue que la entidad que preside Alfonso Escámez quería cobrar por su paquete de Carburos el mismo precio pagado al Santander, sin tener en cuenta que el valor había caído en bolsa de forma ostensible a lo largo de los dos ultimos meses.

En términos absolutos, la participación del Banco Central en Carburos, equivalente a 1,1 millones de títulos, suponía un desembolso para Banesto de 10.180 millones de pesetas. Por contra, la participación de Banesto en Azucarera, situada ert 656.325 acciones, estaba valorada a 6.750 pesetas, lo que representaba. un importe global de 4.430 millones. En otras palabras, Conde debía garantizar a Escámez el pago de otros 6.000 millones para cerrar el acuerdo.

En estas condiciones, la petición del Banco Central fue rechazada rotundamente por el Banesto y, ante la falta de entendimiento, esta entidad decidió vendera terceros su participación en Azucarera mediante una operación efectuada en bolsa la pasada Semana Santa. En aquellas fechas no fue posible identificar el comprador, aunque ocho días más tarde el propio banco comunicaba que el destinatario de los títulos era la firma británica E. D. & F. Man, empresa de trading que comercializa buena parte del azúcar cubano, brasileño y de otros países productores.

La venta de Banesto a Man fue efectuada por Nebursa, agencia de valores, que adquirió el 10,45% de Azucarera a Lombardía y Lacaci, la socíedad de valores y bolsa participada por Banesto. La operación se cerró al precio mencionado de 6.750 pesetas por acción, 320 pesetas por encima de la cotización que el día anterior había alcanzado Azucarera en el mercado bursátil.

La compra de la participación de Banesto por una firma extranjera no ha sido del agrado del presidente de Azucarera Española, Joaquín Isasi Isasmendi. No en vano los responsables del Banco Central han respescado urgentemente los paquetes que bajo su control estaban colocados, en régimen de aparcamiento, dentro de las carteras de valores de una serie de brokers que han colaborado directamente en los acuerdos establecidos por Escámez y el grupo Torras, dependiente de KIO, para el reparto del sector azucarero.