Estos chismes funcionan perfectamente
Casi todos los hombres están convencidos de que la gente les considera capacitados para reparar cualquier cosa. Ésta es una responsabilidad que ellos han aceptado desde tiempos remotos para compensar el hecho de que jamás limpian un cuarto de baño. Un hombre puede entrar en un cuarto de baño en el que habite una colonia de hongos tan crecidos como para poder votar y no pensar ni en la posibilidad de limpiarlo, ya que tiene que estar descansado, por si se produce alguna emergencia mecánica.Por ejemplo, pongamos que un día su mujer le dice que se oye un ruido extraño en el retrete, algo así como si fuera a tener descendencia: es entonces cuando él se pone en acción. Entra decididamente, quita la tapa de la cisterna, inspecciona la zona en la que están situados los misteriosos elementos del retrete y después, inspirándose en las decenas de miles de años de destreza masculina, anuncia que "el inodoro funciona perfectamente".
Al menos esto es lo que yo hago en este tipo de situaciones. La verdad es que yo nunca he sabido arreglar nada. Le echo la culpa a mi amigdalitis. Tuve amigdalitis cuando estaba en la escuela y falté algunos días a clase. Parece ser que en uno de esos días congregaron a todos los alumnos en el auditorio y les explicaron todo lo concerniente a carburadores, válvulas, juntas de culata, trinquetes y chismes en general. Así debe haber sido, ya que todos parecen dominar estas materias.
Una vez en la universidad, Rob, el chico con el que compartía el cuarto, entró en la habitación con el equipo de transmisión de un Volvo, abrió su caja de herramientas, desmontó el artefacto hasta sus últimas piezas, lo montó de nuevo y... ¡funcionaba! Yo todavía estaría intentando abrir el pestillo de la caja de herramientas.
A mí me asusta esta raza de mecánicos. Una vez fuimos a comprar un remolque y el vendedor me dijo, de hombre a hombre, que recordase que debía revisar los cojinetes cada no sé cuántos kilómetros. Me lo dijo como si todos los pertenecientes al género masculino hubiéramos nacido con la capacidad innata de hacerlo. Asentí con la cabeza haciéndole ver que, por supuesto, solía revisar un par de docenas de cojinetes cada mañana antes del desayuno para mantener estable mi nivel de testosterona. La verdad es que nunca he estado seguro de saber lo que es un cojinete, pero no estaba dispuesto a admitirlo por temor a que el vendedor se riera de mí.
La principal técnica que utilizo para ocultar mi amigdalitis mecánica es negarme por sistema a admitir que algo no funciona como debiera. Si voy en el coche con mi mujer, Beth, para quien los problemas mecánicos no representan ninguna amenaza para su honor, y de repente me dice: "¿No oyes como un chirrido en el rnotorT'. Me pongo muy erguido en posición de escucha y con el ceño fruncido le contesto: "No..., no oigo nada especial", y diría esto aunque tuviera que gritar a pleno pulmón para que Beth pudiera oírme a pesar del ruido; lo diría aunque en el capó se hubiera hecho un agujero por el que saliera una parte del motor mostrándome un letrero con la palabra socorro.
Diría: "Es así como funciona".
O, si Beth dijera: "El interruptor de la luz de la entrada no funciona bien", yo, con aire varonil, me dirigiría a la entrada donde todavía estarían esparcidos los cuerpos de nuestros recientemente electrocutados huéspedes y contestaría: "Pues yo creo que ahora sí que funciona".
En general pienso que los hombres tienen una tendencia natural a actuar como si en todo momento controlaran la situación aunque esto no sea así. Apuesto a que, segundos antes de que el Titanic desapareciera bajo las aguas, algún tipo en su camarote le estaba explicando pacientemente a su mujer que era "perfectamente norrnal" que los muebles se deslizaran por las paredes. También apuesto a que alguno habría en el Hindenburg diciéndole a su mujer que lo normal es que haya llamas en un dirigible.
La jefatura federal norteamericana es básicamente un organismo compuesto por unos señores que nos dicen: "Pero si no hay ningún problema con el déficit presupuestarlo, lo que pasa es que el pronóstico de la apropiación diferencial de escala oscilante y base fija a largo plazo trae consigo esta rueda de crecimiento de la igualación proyectada de los ingresos, ¿ves?, lo que a su vez está conectado a este módulo oscilante Gramin-Rudinan a..."
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