_
_
_
_
_
Entrevista:

"A los agricultores también nos gusta Beethoven

Covadonga Sanz, premio al Agricultor Europeo, tiene su granja en Valdetorres del Jarama

Gabriela Cañas

Por una carretera bien asfaltada y una verja automática se accede a la granja de Covadonga Sanz, que lleva una explotación de 250 cerdas con una producción anual de unos 3.000 lechones Madrileña, de 23 años, la Comunidad Europea le ha otorgado este año el Premio al Joven Agricultor. Entre partos, piensos y verracos transcurre su vida y cuando se le pregunta por sus aficiones se ríe. "Los agricultores somos como el resto. También leemos. Y también nos gustan Beethoven y Bruce Springsteen".

"Aquí es donde paren las cerdas y donde están los lechones hasta el momento del destete. Previamente, a la cerda la cambias de alimentación y la desparasitas. Después del parto hay que cortarles los colmillos y los rabos y ponerles hierro a los lechones, que nacen con pocas defensas de hierro..."Covadonga Sanz se fue a Valladolid con el ánimo de hacerse ingeniero agrónomo. Se arrepintió, volvió a su pueblo, Valdetorres del Jarama, estuvo un año en la oficina de su padre y, finalmente, a los 19 años, decidió dedicarse a lo que siempre le había gustado, la ganadería.

Pregunta. ¿Por qué sólo una granja de cerdos?

Respuesta. Yo, en principio, me inclinaba más por el ganado bovino. Quería montar una quesería artesanal y había posibilidades de mercado bastante interesantes. Pero en agricultura te tienes que dedicar hoy día a algo a fondo para poder vivir de ello. Opté por el porcino porque mi padre tenía aquí la típica explotación familiar con un par de naves y cinco o seis cerdas. Le planteé a mi padre empezar con ella. Poco a poco me fui metiendo en el negocio y aprendí a marcarme unos objetivos y .a planificar el negocio. He pa sado unos años bastante malos. Porque esto o te lo trabajas tú o es una pila de millones que no están al alcance de cualquiera.

P. ¿Ha conseguido ya vivir de su trabajo?

R. Sí. Hice un estudio para saber cuántas cerdas necesitaba para poder mantener todo esto y amortizarlo sólo ligeramente, porque ganar dinero en la agricultura es bastante dificil.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

P. ¿Cuánto ha tenido que invertir?

R. No he hecho los cálculos Prefiero no hacerlos. En este negocio tienes que tener inmovilizado muchísimo dinero, y los beneficios nunca son tan elevados como en los de otros sectores, como el de servicios. Después de cuatro años he conseguido, al menos, una estabilidad y beneficios suficientes para tener un empleado. Pero es un trabajo muy sacrificado. Yo no sé lo que es un mes de vacaciones. No sé lo que es un fin de semana y no he sabido lo que es un puente de cinco días. Las cerdas no entienden de esas cosas. A mí me da risa cada vez que oigo en el telediario o leo en la prensa las ayudas a los jóvenes agricultores.

Dos años horribles

P. ¿Nunca ha tenido una subvención o una ayuda semejante?R. No. En vacuno aún tienes una prima por cabeza de ganado. En porcino es todo lo contrario. Hemos pasado dos años horribles tras la entrada en el Mercado Común y una fatal negociación. En la CE no interesa que España tenga ninguna ayuda porque somos el segundo país en censo de porcino.

P. ¿Hay gente por esta zona que esté realizando experiencias similares a la suya?

R. No, porque lo que se da por esta zona es el cereal. Aquí tienes el inconveniente de que la tierra te vale mucho más para venderla y hacer chalés, dada la proximidad que tienes con Madrid, que dedicarla al ganado o a la agricultura. La gente joven no se dedica a esto. Yo pertenezco a la Afammer, una asociación de mujeres del medio rural, y estoy intentando ayudar a que nazca una nueva generación. Porque hasta ahora decir que eras agricultor o ganadero era un término peyorativo. Yo quiero demostrar a la sociedad que un agricultor o un ganadero es un profesional como cualquier otro. Un profesional que tiene que estar a la orden del día en las últimas técnicas. Si puedes meter la informática en tu granja, mucho mejor.

P. De manera que además se ha embarcado en una batalla feminista.

R. Creemos que es muy importante que una joven, cuando llega a los 20, no tenga que verse abocada a Madrid o a cualquier otra ciudad a buscarse un trabajo. Tiene que saber que en su propio medio tiene una forma de ganarse la vida. Se pueden montar cooperativas.

P. "Pero de momento está bastante sola. ¿No es duro vivir aquí, con este trabajo tan sacrificado?

R. Bueno, bueno, yo vivo a 30 kilómetros de Madrid. A media hora en coche. Y voy de vez en cuando.

P. ¿No cree que se necesita un carácter especial para llevar todo esto?

R. Hoy día la juventud se está dividiendo en dos. Los hay que tienen amor propio y quieren salir adelante y los hay que están creando una sociedad de parasitismo. En estos pueblos se está dando mucho. Es el trabajar seis meses para tener seis meses de paro.

P. ¿Cómo ocupa aquí su tiempo libre? ¿Le gusta leer?

R. Sí [se ríe], a los agricultores también nos gusta Beethoven y Bruce Springsteen. Me hace gracia que cuando nos entrevistan en una emisora nos ponen siempre música campestre. Te dan ganas de contarles que a ti también te gusta la música rock y salir por las noches a cenar con un traje de fiesta; que aunque seas ganadero también puedes tener un buen coche; que te gustan las buenas cosas; que no somos tontos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_