_
_
_
_

El Madrid produce héroes y antihéroes

Luis Gómez

Este Madrid fatalista no crea estrellas del baloncesto, porque no están los tiempos para delicadezas, pero produce héroes entre la afición. Y, como contrapunto, antihéroes. Vive fracasos sonados que siembran el pánico y victorias que son recibidas al son de una entusiasta trompetería como si la guerra hubiera acabado y el enemigo corriera en desbandada. Y sus protagonistas merecen el aplauso o la compasión, pero no la incomprensión. Son héroes inmaculados para el público. Un día puede serio Antonio, el hermano del mito; otro, Piculín, el salvador, y, desde hace unas fechas, Llorente, el titán. Llorente sale aclamado en cada partido que juega en Madrid y ayer no fue diferente. Sí hubo que destacar un matiz: el público, escaso bien es cierto, pitó la entrada en el palco de Ramón Mendoza, el presidente. Ese sencillo guión de buenos y malos tuvo vigencia en el partido de ayer, en el que el Madrid salvó el primer escollo ante el Taugrés.

Las circunstancias; demandan del juego madridista grandes dosis de frialdad y una actuación equilibrada para evitar que todo un débil andamiaje -Romay y Villalobos persisten con secuelas de lesiones- sufra graves grietas. Y no es fácil en partidos de alto riesgo como el de ayer, en los que el rival tiene entidad pero puede hacer un daño psicológico mucho mayor. El Madrid luchó con miedo a la derrota y se apuntaló en el juego omnipresente de Llorente para llevar el ritmo del marcador con tiento. La diferencia no superó los diez tantos hasta que faltaba poco más de un minuto, por lo que el Taugrés fue una constante amenaza.

El Madrid encontró la solución en la falta de inteligencia de su rival, que dio una lección de torpeza al desaprovechar su armamento exterior y emplear a sus pesos pesados cuando necesitaba algún que otro triple para que el partido no se le escapara. Entre tanto, Llorente acaparó la responsabilidad de muchas acciones y encontró al final la aportación de Antonio Martín, caliente en el rebote, rápido en la entrada a canasta y frio en el tiro libre (13 de 14). El público terminó liberando la tensión aclamando a sus héroes. Pero no hubo contrapunto porque el presidente se había ausentado del palco a partir del descanso.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_