30.000 personas comieron ayer cocido en la plaza Mayor

"La maniobra empezó el pasado jueves; y desde entonces hasta ahora todo ha resultado según las órdenes que teníamos" dice con indisimulado orgullo el coronel José Luis Costas Laguna, jefe de la Agrupación de Abastecimientos del Ministerio de Defensa. Cualquiera que le oyese pensaría que está hablando de alguna importante batalla recién ganada al enemigo. Y, sin embargo, la maniobra a que se refiere el coronel es la elaboración de un pantagruélico cocido madrileño para 30.100 personas, celebrado ayer en la plaza Mayor. Los organizadores aseguran que han inscrito un nuevo récord en el Libro Guinness.

Por tercer año consecutivo se celebró ayer en la plaza Mayor el tradicional cocido a beneficio de la organización benéfica Aldeas Infantiles SOS. Los comerciantes del mercado de Maravillas aportaron las 10 toneladas de alimentos necesarios para preparar el gigantesco almuerzo.Si usted está dispuesto a dar de comer este típico plato a 30.100 personas, tome nota de los ingredientes que precisa para que salga en su punto: 1.500 kilos de garbanzos, 1.250 de patatas y otros tantos de repollo, 1.100 de huesos de caña, ocho quintales de punta de jamón, 700 kilos de gallina, 800 de morcillo de vaca, 800 de zanahorias, 500 de costillas de cerdo e igual cantidad de morcilla, chorizo y tocino, además de 150 kilos de sal.

"El jueves día 26 empezó la maniobra con la recogida de los productos en el mercado de Maravillas y su posterior traslado a los frigoríficos de la Agrupación de Abastecimientos Malzir, del paseo de Extremadura", relata el coronel Costas, mientras sostiene en sus manos un amplio informe en el que ha hecho constar mili métricamente cada uno de los pasos de la operación cocido.

El sábado se pusieron a remojo los 1.500 kilos de garbanzos en dos piscinas llenas con 40.000 litros de agua. Más tarde, 92 soldados al mando del capitán Julio Termenón García comenzaron a cortar la carne y las verduras.

El coronel desgrana de nuevo el plan seguido en la maniobra: "A, las ocho de la tarde del sábado, el convoy estaba en posición de salir. A las cuatro de la madrugada del domingo se tocó diana, y a las seis menos cuarto se inició el trayecto hacia la plaza Mayor, donde se llegó 15 minutos después. A las siete de la mañana se encendieron 19 cocinas de gas oil y 9 de butano. A las once se echaron los garbanzos en las ollas y a las 12.30, el resto de los ingredientes. A las dos de la tarde llegó el alcalde y empezó el reparto de las raciones".

La hazaña del cocinero

Isidro Sánchez López fue el cocinero encargado de dirigir y supervisar todo el guiso. Él no concede importancia a su hazaña, y sólo después de mucho insistirleaccede a decir que "lo más difícil fue calcular la proporción de ingredientes".

La del alcalde, Agustín Rodríguez Sahagún, fue una de las 30.100 bocas que dieron buena cuenta del monumental cocido. "Está riquísimo", dijo. Y en verdad que estaba bueno el guiso. Tanto es así que los soldados hasta hubieron de rebañar las perolas para satisfacer el insaciable apetito de los paseantes.

El tibio sol de primavera que lucía sobre la plaza Mayor contribuyó a dar realce al cocido. Niños, ancianos, extranjeros, porreros, vagabundos y el resto del pueblo que lo deseó almorzó ayer gratis. Y, luego, el que quiso bailó la lambada a los compases de la orquesta Blue Band. Otros, sin embargo, aprovecharon para limpiar la cartera a más de un ciudadano. Tal fue el caso de una joven que ni siquiera llegó a probar el cocido que le acababan de servir, tras advertir que un delincuente le había robado el bolso.

Juan Belda, presidente de Aldeas Infantiles SOS, dice que lo importante es mentalizar a la gente para que ayude a los niños sin hogar". Aunque al final del cocido se admiten donativos, Belda dice que la finalidad de este evento gastronómico es hacer publicidad para conseguir socios, que "no tienen cuota fija, sino que hay quien paga 20 duros y quien paga hasta un millón".

Aldeas Infantiles SOS cuenta con 24.000 socios en España, donde dispone en la actualidad de cuatro centros.