La paz de los 100 días

Emilio Ybarra cumple mañana lunes 100 días como presidente del Banco Bilbao Vizcaya. Es el periodo de tiempo que se suele dar antes de empezar a valorar lo hecho hasta entonces. En el terreno político se suele decir que lo que no se ha hecho en este periodo, por lo que se refiere a cambios radicales, es prácticamente imposible que vaya a tener lugar después. En el terreno empresarial no es tan cierto porque, en principio, el tiempo de permanencia en los puestos de responsabilidad es superior, aunque en los últimos tiempos tampoco esto es una premisa inmutable.

El pasado 20 de enero, el Consejo de Administración del Banco Bilbao Vizcaya (BBV) decidía nombrar, tras cinco semanas y media de profundos enfrentamientos, a Emilio Ybarra Churruca presidente único del banco en sustitución de José Ángel Sánchez Asiaín, que renunció al puesto para cerrar la crisis abierta por la muerte de Pedro Toledo.Ybarra tenía ante sí el reto de cerrar la brecha existente entre los hombres procedentes del antiguo Bilbao y del antiguo Vizcaya. Era la tarea prioritaria, junto al intento de recuperar parte de la imagen perdida por el mes y medio de continuos enfrentamientos entre los representantes de los dos bancos fusionados.

El nombramiento de cinco nuevos consejeros, cuya característica principal debía ser su independencia respecto a los dos grupos en litigio, fue la primera decisión. Sustituían a 10 consejeros que, por motivos de operatividad, dejaron el consejo. Pero, se señala, en el BBV, "el cese de estos consejeros no ha significado su apartamiento de la entidad. Asisten con regularidad a las comisiones informativas del consejo". "Otra cosa es", añaden, "el caso de Ángel Galíndez [ex presidente del Vizcaya y el principal opositor a la presidencia única encarnada por Sánchez Asiaín], que sigue ocupando un puesto muy importante al ser consejero de Hidroeléctrica en representación del BBV y con el que Ybarra despacha continuamente para temas del sector eléctrico".

Reestructuración

A la reordenación del consejo siguió una reestructuración de funciones -por la instauración de la presidencia única- y por motivos operativos. Los cambios de personas y funciones en el nivel directivo del banco se realizó en las dos primeras semanas de la nueva presidencia. "Se terminaron los dos bancos. Soy el presidente de todos", afirma Emilio Ybarra, "y tengo confianza en todos ellos, aunque pueda parecer que cuide a algunos más que a otros por proceder de donde procedo. Pero, en todo caso, esa confianza debe ser a cambio de lealtad".

Todo ello aderezado de reuniones con los principales directivos el banco -reunión con los territoriales, convención con 200 directivos, con los representantes sindicales- y con viajes a las principales plazas financieras para explicar a los analistas qué es lo que había pasado en la entidad. "Me ha complicado la vida", reconoce Ybarra, "aunque espero que sea de forma temporal, ya que se trata de una etapa extraordinaria. Había que hacer cosas muy deprisa. Tienes que acostumbrarte tú mismo a la nueva función que cumples. Pero espero poder seguir acudiendo a los encuentros de fútbol, a algunas corridas de toros y seguir navegando, de forma que mi nuevo puesto me afecte sólo relativamente".

La recuperación de la confianza en el terreno interno ha ido acompañada de acciones similares en los mercados internacionales y no sólo por las sesiones con los analistas institucionales. El acuerdo, que puede formalizarse a mediados del mes de mayo, con Nipon Life, y que dará cuerpo final a lo alcanzado hace unos meses, debe suponer, según el BBV, el primer paso de la vuelta a la confianza de los extranjeros. Mayo va a ser un mes muy importante para la dimension internacioal de la entidad.

El presidente de Nipon Life visitará España para terminar el acuerdo de colaboración y entrada en el capital del banco. Será también el momento en el que se zanjarán las diferencias entre el BNP y el BBV para el intercambio de redes de oficinas en Francia y España. Puede ser el momento en que las acciones del BBV empiecen a cotizar en Zúrich dentro del modelo de internacionalización.

A lo largo de estos 100 días el BBV ha concretado decisiones empresariales de relativa importancia. La compra de Viajes Ecuador y el acuerdo con Wagons Lits es uno de ellos; la creación de la nueva corporación alimentaria, otro. Se ha paralizado, por otro lado, todo lo referente a la reordenación del sector eléctrico.

Banca comercial

En el terreno de la banca comercial es donde más se han movido. La puesta en marcha de la cuenta de alta remuneración y del depósito mensual para cantidades medias de dinero ha tenido características defensivas obvias. Los problemas derivados de o que otras entidades financieras hacían forzó una salida de este tipo.

Pero el Banco Bilbao Vizcaya ha decidido apostar a fondo por la captación de pasivo y su mantenimiento como banco líder en el número de clientes. Y para ello no ha dudado en establecer un suelo en la guerra de tipos de interés. Da lo mismo que el 5% que Se ofrece para todo aquel que tenga 50.000 pesetas de saldo medio sea en cuentas corrientes o en libretas de ahorro, porque la traslación de los fondos de un lado a otro va a ser casi automática.

Lo verdaderamente importante, en definitiva, es que ese tipo de interés, para la mayor parte de los saldos, acabará generalizándose a todas las instituciones financieras o, como señalaba en el momento de la presentación el vicepresidente primero, Alfredo Sáenz, el corrimiento de dichos saldos será bastante más importante que el que ha tenido lugar con el fenómeno de la aparición de las cuentas de alta remuneración, ya que se trata de que afecte a los clientes más estables, los de las cartillas, que están mayoritariamente concentraidos por las cajas de ahorro. Es una nueva fase, más aguda, como reconocen en el resto del sistema financiero, de la denominada guerra del pasivo.