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Los populares acusan al PSOE de no permitir acabar con la imagen de corrupción en la vida política

Anabel Díez

Los grupos políticos se dividieron ayer en el Congreso en dos bloques -PSOE, CDS, CIU y PNV por un lado y Grupo Mixto e IU, por otro- al defender cada uno de ellos fórmulas diferentes para investigar presuntas muestras de corrupción de miembros de partidos. El PP fracasó ayer en el intento de que el pleno autorizara la creación de una comisión para investigar el caso Naseiro ya que el PSOE y sus actuales aliados consiguieron que el asunto se derive a la comisión del Estatuto del Diputado, cuyas normas de funcionamiento se aprobarán la próxima semana.La Mesa del Congreso, no obstante, con mayoría socialista, será previsiblemente la encargada de filtrar los casos susceptibles de investigación, según informaron fuentes parlamentarias. Es decir, las posibles denuncias no irán directamente a la comisión ya que cualquier diputado podría llevar todos los casos que estimara oportunos y prosperar en su intento, dado que en esta comisión no opera el sistema de mayorías o de voto ponderado sino que cada grupo representa un voto.

Este asunto no fue objeto de discusión en el debate del plenario, donde el representante del Grupo Popular, Rodrigo Rato, defendió la creación de una comisión que investigara a su partido en relación con el caso Naseiro, por interés propio y para atajar la impresión que, a su juicio se ha extendido a toda la opinión pública, de que los políticos son corruptos.

Rato aprovechó la ocasión para introducir el caso de Juan Guerra, en el sentido de que a pesar de que no hubiera nada probado, la primera medida ética que corresponde a los políticos es la de dimitir, en clara referencia al vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra. Éste, que había acudido al Congreso, abandonó el hemiciclo en el momento en que comenzó este debate, así como la mayoría de los ministros.

El portavoz del Grupo Popular defendió la honorabilidad de todos los grupos políticos e hizo mención expresa al presidente fundador, Manuel Fraga, y a su actual líder, José María Aznar, enfatizando sobre la austeridad de sus comportamientos y el muy escaso patromonio económico de ambos. Rato lamentó que no se permitiera a su grupo "luchar contra una nube de rumores".

Los argumentos del PSOE, CiU, CD S y PNY para oponerse giraron en tomo a la idoneidad de que este y otros asuntos similares fueran llevados a la corriísión del Estatuto y, además, para mostrar su afán de transparecencia acordaron instar al Tribunal de Cuentas para que investigue la actividad económico-financiera de los partidos políticos.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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