Las chicas de 'bronce' de Leganés

Los compases de "campeones, campeones" anunciaron la entrada en la plaza de España de Leganés de las 12 jóvenes componentes del equipo femenino medalla de bronce en los primeros campeonatos del mundo de balonmano escolar celebrados en Israel entre el 1 y el 8 de abril. Medio millar de personas se agolpaba el jueves ante la casa consistorial para rendir homenaje a las jóvenes deportistas locales que fueron designadas para representar a España por el Consejo Superior de Deportes como campeonas nacionales de 1989.

Uniformadas con un chándal verde y blanco, las chicas entre 14 y 16 años se enfrentaron tímidamenle a un público mayoritariamente estudíantil que se movía al son salsero de una comparsa. Representantes municipales y personas vinculadas con el mundo del balonmano, como el seleccionador nacional Javier García Cuesta o el presidente de la federación madrileña, José Aguilar, se sumaron al acto, que culminó en el salón de plenos con las chicas sentadas en el hemiciclo.La corporación entregó a cada campeona una pequeña estatuilla con su nombre y el alcalde, que felicitó efusivamente a las jugadoras, "que nos han ofrecido un triunfo tremendamente importante para nuestra apuesta de fomentar el deporte de base", cambió su habitual insignia con el escudo del municipio por otra del Club Municipal Leganés.

Las chicas que estaban, entre nerviosas y emocionadas, repetían que no esperaban tal recibimiento. "Yo sabía", dijo Ana María Malalana, que se ha traído el título de mejor lateral del campeonato, "que mis padres iban a buscarme al aeropuerto, pero no creí que lo hiciera tanta gente, y menos esto de ahora".

El equipo español batió a Israel, Bélgica, República Federal de Alemania, Luxemburgo y Suecia, y sólo cayó derrotada ante el equipo francés, que se proclamaría campeón mundial. "Hay que tener en cuenta", comentó la entrenadora Paulina Rodríguez, "que las francesas eran superiores, pero también estaban casi todas en categoría juvenil. Si mis jugadoras hubieran tenido esos dos años más creo que hubiéramos vencido. Sin embargo, yo preferí llevar este equipo porque fue el mismo que revalidó el título de campeonas de España el año pasado". Algunas están ya en su último año como cadetes. Ése es el caso de Rosa María Muñoz, la capitana, que pasará a juveniles y que manifiesta su deseo de continuar en el balonmano "hasta llegar a la selección nacional".

Pepinillos para desayunar

Del campeonato de Israel, que se celebró en Rishon-lzion, a 20 kilómetros de Tel Aviv, las jóvenes se han traído anécdotas. La que más les divierte recordar fue su demostración folclórica, obliga toria para todos los equipos. Las chicas se arrancaron por sevillanas. "Bueno", puntualiza Ana María, "nosotras dábamos palmas y Leticia Manso bailaba". A la entrenadora lo que más le chocó de su estancia en la granja escuela fue "los pepinillos en vinagre para desayunar".Las chicas llevan juntas dos años y entrenan cuatro días a la semana. Ninguna cree que el balonmano afecte a sus estudios. "Cuando estoy en casa y no voy a entrenar hago menos que cuando juego a balonmano", confirma Ana María. La capitana, a la que sus clases le van algo peor, tampoco cree que le influyan los entrenamientos. "Si no estudio es porque no quiero".

El equipo se prepara para el Campeonato de España de Balonmano Femenino en categoría cadete, que se celebrará en mayo. No en vano es el deporte que más se practica entre las escolares de Leganés. De las 45 escuelas, doce son para ellas.