_
_
_
_
_

Tadeusz Mazowiecki pide a Solidaridad que no entre en el camino del populismo

El segundo congreso nacional de Solidaridad comenzó ayer en el palacio de los deportes Olivia de Gdansk con llamamientos de su máximo dirigente, Lech Walesa, y del primer ministro, Tadeusz Mazowiecki, a que el movimiento, nacido hace 10 años en protesta contra el totalitarismo comunista, siga asumiendo la responsabilidad de los acontecimientos en Polonia. En una intervención de 15 minutos, muy aplaudida por los delegados, el jefe del Gobierno pidió que Solidaridad no se deje desviar hacia "las arenas movedizas" del populismo.

Durante cinco días, los 488 delegados, que representan a 1.993.000 miembros de Solidaridad, -la más poderosa fuerza política en Polonia-, tendrán que adaptar su organización al incipiente sistema capitalista que van estableciendo las reformas emprendidas por el Gobierno de Mazowieckí.El cónclave de los sindicalistas comenzó ayer con una breve intervención de Lech Walesa, quien con casi toda seguridad será reelegido como presidente del sindicato al no haber contrincantes serios que pudieran disputarle el puesto. Su más importante rival, Jan Rulewski, presidente de Solidaridad de la ciudad de Byigoszcz, declaró ayer a EL PAIS que no veía "condiciones para presentar su candidatura", dada la preponderancia de Walesa.

', Ponemos punto final a la época de clandestinidad y provisionalidad", declaró ayer Walesa, quien pidió a sus correligionarios que demuestren "cultura política durante el debate y responsabilidad por el sindicato y por Polonia".

Al líder sindical le apoyó ayer también el propio primer ministro, Tadeusz Mazowiecki, quien rindió un homenaje a Solidaridad precisamente en la persona de Lech Walesa, "cuyo nombre siempre se asociará con el del sindicato".

Walesa, rodeado todo el tiempo de reporteros gráficos, daba la sensación de estar por encima del transcurso del congreso y ni se tornaba la molestia de alzar la mano en los momentos de las votaciones.

"Soy uno de vosotros"

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El principal punto de interés del primer día del congreso fue el discurso del primer ministro Mazowiecki, quien compareció ante los delegados en calidad de invitado de honor. Mazowiecki resaltó su origen sindical. "Soy uno de vosotros", dijo visiblemente emocionado.El primer ministro aprovechó su intervención para adelantarse a las eventuales críticas de su gestión económica y calificó de "una causa común" de Solidaridad y del Gobierno la realización de la durísima política de ajuste económico.

"Es un programa muy dificil, pero su puesta en práctica crea una gran oportunidad también para los trabajadores", manifestó Mazowiecki al tiempo que agradecía a la sociedad polaca "la paciencia que demuestra en los rnomentos dificiles". Asimismo, anunció la elaboración de un programa gubernamental de protección social y pidió a Solidaridad apoyo en la construcción de las "nuevas estructuras del Estado" durante las próximas elecciones municipales y las parlameritarias que se celebrarán en la primavera próxima.

El jefe del Gobierno resaltó laimportancia de la estabilidad política de Polonia, en una polémica encubierta con Walesa, quien insiste últimamente en la aceleración de las reformas.

Tadeusz Mazowiecki señaló que el papel de Polonia en Europa dependerá de que el país sea "un factor de estabilidad" en el Viejo Continente, y advirtió del peligro del creciente populismo, que comparó con "arenas movedizas" sobre las que no se puede construir nada, "Confío", dijo, "en que se opte por una consecuente realización de las reformas".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_