Anacrónico e injusto

La reciente columna de Rosa Montero titulada Prelados recurre a un argumento anacrónico e injusto: criticar a los obispos actuales por lo que hicieron u omitieron sus predecesores. Además, ¿está segura Montero de que esa discriminación colegial entre alumnos ricos y pobres no acabó precisamente por indicación de la jerarquía? ¿Y consideraría justo descalificar, por ejemplo, cualquier intervención de los señores Anguita y Sartorius a base de recordarles Paracuellos, la desaparición de Andreu Nin durante la guerra y la adhesión fervorosa de los comunistas de entonces al asesino Stalin? Pues igual de falaz y reaccionario es su método de crítica a la Iglesia católica.Yo pertenezco a ella y discrepo del documento episcopal sobre la LOGSE por cuestiones concretas de ese informe. Pero el anticlericalismo es lo que tiene: que ofusca la mirada y equivoca el blanco y la puntería; eso lo advirtió Pablo Iglesias y no le hacen caso. Creo que los cristianos tenemos derecho a que se nos juzgue por nuestros actos y no por los de nuestro abuelito Torquemada. Yo reivindico igualmente que, cuando se hable de la Iglesia, no se la identifique con uno de sus sectores; somos también correligionarios de Óscar Romero, Casaldáliga, Hélder Cámara, Ellacuría, Martín Baró, Leonardo Boff y Hans Küng. Que aquí hay de todo como en botica y muy pocos grupos sociales pueden decir lo mismo.- Luis Manuel Duyos.