Expertos del Fondo Monetario Internacional estudian la economía española en este ejercicio

Esta semana inicia su visita la misión de expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) que elaborará el informe sobre la economía española en 1989 y las primeras previsiones sobre el ejercicio actual. El informe suele incluir consideraciones generales sobre la política económica que desarrolla la Administración y hace hincapié en los principales problemas que encuentra.El informe, que se da a conocer en el mes de mayo, se elabora tras numerosas entrevistas con representantes de la Administración, la patronal y los sindicatos.

La misión del Fondo Monetario Internacional que elabora el informa anual tomará tierra la próxima semana en Madrid.

A lo largo de dos semanas el equipo que forma la misión mantendrá numerosas entrevistas con miembros de la Administración central, del Banco de España, patronal y sidicatos junto a un importante número de otros expertos privados.

El resultado será el informe sobre la economía del año pasado y la exposición de los principales desequilibrios del año anterior y las posibles vías de salida que ellos recomendarían.

El informe que este año surja de los expertos del Fondo Monetario Internacional no diferirá sustancialmente -como viene siendo habitual en los últimos años- de los que realiza tanto el Ministerio de Economía como el Banco de España. La información de base con la que se realiza es prácticamente la misma, y el documento final es el resultado de consultas posteriores en las que se tratan de limar las asperezas que puedan haber surgido.

Esto último es posible porque el Fondo Monetario Internacional no tiene en estos momentos capacidad de presión sobre la economía española a la hora de proponer soluciones que puedan diferir mucho de las apuntadas por las autoridades económicas.

Posición de fuerza

El hecho de que España no tenga problemas de balanza de pagos ni, por tanto, necesite acceder a créditos por parte del FMI permite mantener una posición de fuerza respecto a los técnicos del Fondo Monetario Internacional que hace unos años era impensable y que todavía se da en los casos de países con desequilibrios exteriores.

Pero si el informe del FMI no causa en estos últimos años mayores quebraderos de cabeza a los responsables económidos de este verano la función de vigilante de la ortodoxia será traspasada al informe que elaborará el comité de gobernadores de bancos centrales de los países miembros de la Comunidad Europea (CE).

La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Comunidad, ha alcanzado un acuerdo -dentro del proceso de construcción de la unidad monetaria europea- en el que se establecen las condiciones bajo las que el comité de gobernadores de bancos centrales analizará las políticas económicas de los países miembros, las soluciones que se buscan para los desequilibrios localizados y las posibles vías alternativas que existan.

El proceso de unión monetaria que se ha iniciado, la cercanía de la puesta en marcha del Acta única y la adhesión de España al mecanismo de cambios fijos del Sistema Monetario Europeo conferirá, al menos, una mayor fuerza moral al informe del comité de bancos centrales y también -en función de los acuerdos existentes de ayuda para evitar fuertes distorsiones en los tipos de cambio de las monedas que forman parte del Sistema Monetario Europeo- la fuerza moral puede convertirse, en situaciones determinadas, en un poder real.