CeseIsa rompe las negociaciones con Inisel para la fusión de las dos empresas

Las negociaciones entre Ceselsa y la empresa Inisel para la fusión de las dos sociedades que dieran lugar a la creación de una nueva empresa de electrónica de defensa y que han durado 16 meses han quedado suspendidas por tiempo indefinido por decisión de la primera empresa. El Consejo de Administración de Ceselsa acordó el pasado jueves comunicar al Ministerio de Industria su decisión de seguir caminando en solitario ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo sobre el marco de las condiciones presentadas por Ceselsa.

Año y medio después de que se iniciaran las conversaciones entre Ceselsa -cuyos accionistas principales son un grupo de accionistas integrados en torno al presidente de la sociedad José Antonio Pérez Nievas, que tienen el 50% del capital, el Banco Bilbao Vizcaya, con el 12% del capital, y la entidad financiera francesa Paribas, con el 10%-, e Inisel (filial del Instituto Nacional de Industria) para crear una única empresa de electrónica de defensa han fracasado. Las dos sociedades tratarán, a partir de ahora, de caminar por separado en un mercado que se adivina cada vez como más complejo.Las diferencias entre quienes deberían ejercer el control de la gestión de la nueva empresa y las posibilidades de mantener la actividad de la sociedad parecen estar detrás del fracaso de las conversaciones mantenidas.

El equipo directivo de Ceselsa estuvo respaldado a la hora de interrumpir las conversaciones por los accionistas financieros de la sociedad, ya que Paribas dirigió una carta al presidente de la empresa en la que señalaba la necesidad de que en el proceso de fusión que se estudiaba se mantuviera la gestión de la nueva empresa en manos de los responsables de Ceselsa, así como la existencia de garantías suficientes para el desarrollo de la nueva sociedad, y el BBV -presente en el consejo de Ceselsa- aprobó la ruptura de las negociaciones.

Los enfrentamientos que han surgido en los últimos 16 meses entre las dos sociedades que trataban de alcanzar un acuerdo de fusión se han centrado en la participación accionarial que surgiría de la fusión y quienes deberían llevar la gestión de la nueva sociedad.

Gestión

Ceselsa entendía que la gestión de la empresa debía quedar encomendada al equipo de esta empresa al tiempo que entendían que el reparto accionarial no podía quedar cerrado a la mera creación de la nueva sociedad sino contemplar distintas hipótesis de ampliaciones de capital en ejercicios sucesivos que no rompieran el equilibrio accionarial.

Inisel, por su parte, consideraba que la fusión debía ser paritaria en todos sus aspectos y por eso proponía que el reparto del capital de la nueva empresa quedara distribuido en un 40% para Ceselsa, en una proporción igual para Inisel y el resto fuera aportado por grupos financieros. Junto a ello, y siguiendo un modelo de fusión paritaria, Inisel exigía que la gestión fuera compartida por los equipos de las dos sociedades que se fusionaran a partir del nombramiento de un presidente de Ceselsa y un vicepresidente de Inisel.

El Ministerio de Industria, que ha apoyado el proceso de fusión por considerar que es necesaria la creación de un gran grupo nacional entiende que "no puede seguir presionando más de lo que ya lo ha hecho y que la solución puede estar en la creación de un nuevo grupo sobre la base de Inisel y de instituciones financieras".

La opción de Ceselsa, se señala en el Ministerio de Industria, de especializarse en áreas concretas del negocio "como se señalaba en la carta que se nos dirigió el pasado viernes, es válida, pero el ministerio no abandona la idea de crear un gran grupo". Ceselsa ha optado por acelerar la colaboración con empresas pequeñas de distintos países europeos de forma que se potencia el mercado de exportaciones que tiene la sociedad mientras que seguirá tratando de conseguir contratos con sus principales clientes nacionales, los ministerio de Defensa y de Transportes.