Generales del Ejército del Aire usan con frecuencia aviones oficiales para desplazamientos particulares

Generales del Ejército del Aire, con destacados puestos en la jerarquía militar, utilizan con frecuencia aviones oficiales para desplazamientos privados y en ocasiones son acompañados por sus esposas o hijos. Entre 1988 y el primer semestre de 1989, el empleo de aparatos de la Fuerza Aérea para viajes privados se produjo en más de 150 ocasiones, de acuerdo con la documentación de que dispone este periódico. La feria de Sevilla, una jornada veraniega en Ibiza y el comienzo o el final de vacaciones son razones por las que algunos generales usan aviones bimotores para moverse por España.

El general Antonio Barrón Montes, jefe del Mando de Personal del Ejército del Aire, realizó un mínimo de siete viajes de ida y vuelta de Madrid a Tarragona, donde pasa habitualmente sus días de descanso, en el período mencionado, coincidiendo siempre con fines de semana o con jornadas festivas. Además, efectuó otros tres viajes de ida en jueves o viernes y dos de regreso en domingo.En tres de estos desplazamientos en avión oficial le acompañaron dos o tres personas más, ajenas a las Fuerzas Armadas. Concretamente, dos de sus hijos viajaron con el general de Reus a Madrid el 31 de agosto pasado, al término de sus vacaciones veraniegas. Una hija del citado militar había realizado el mismo trayecto, en otro avión de la Fuerza Aérea, dos días antes,

El general Barrón, con domicilio en Sevilla, hizo también siete viajes de ida y vuelta a la capital andaluza en avión oficial, solo o acompañado. Tres de estos desplazamientos coincidieron con fines de semana y los otros cuatro con las festividades de Semana Santa, Navidad, Reyes y la Feria de Abril, A ello hay que sumar otros dos vuelos de ida y uno de vuelta, entre viernes y domingo.

Otro general con residencia en Sevilla es Francisco Javier González Torres, destinado igualmente en Madrid en el Mando de Personal del Ejército del Aire durante 1988, año en que realizó un total de 18 viajes de ida y vuelta en avión oficial a la capital andaluza, además de ocho vuelos sólo de ida y cuatro sólo de vuelta. El general González Torres salía siempre de Madrid los viernes y regresaba los domingos.

En las pocas ocasiones en que sus desplazamientos no coincidieron con fines de semana, ello se debió, como el 11 de octubre, a que se trataba de víspera de festivo. Al igual, que el general Barrón, González Torres se desplazó a Sevilla en avión militar durante la celebración de la popular feria de la capital andaluza, entre el 21 y el 25 de abril de 1988. El 16 de julio de ese año viajó, con dos acompañantes y en avión oficial, a Palma de Mallorca, de donde regresó 12 días después, directamente a Sevilla.

El actual jefe del Mando de Transporte del Ejército del Aire (Matra), teniente general Julio Canales Morales, realizó siete viajes de ida y vuelta en avión militar de Madrid a Badajoz, donde posee una finca, para pasar en ella el fin de semana. De otros cuatro vuelos a Extremadura, dos tuvieron lugar en Semana Santa.

Con esposa e hija

El 4 de julio del año pasado, el general Canales viajó en avión oficial, de Madrid a Zaragoza, acompañado por su esposa e hija, regresando a la capital el 21 del mismo mes. El 23 de agosto, volvió a desplazarse a la ciudad aragonesa, también acompañado, aunque en esta ocasión procedía de Badajoz.

Los generales Luis Fernando Suevos, segundo jefe del Mando de Combate (Macom), y Francisco Javier Bautista, jefe de la División de Planes, son otros dos mandos que realizan periódicos viajes en aviones militares a la base aérea de San Javier (Murcia), en cuyas inmediaciones tienen familiares. Ambos tienen su destino oficial en Madrid, pero son abundantes sus viajes entre Madrid y San Javier en aparatos oficiales, en muchas ocasiones coincidiendo con festividades, Semana Santa, fines de semana o vacaciones.

Los desplazamientos de los generales se realizan siempre en aviones bimotores de la Fuerza Aérea con capacidad para cuatro o seis pasajeros. Aunque es difícil evaluar su coste, según las fuentes consultadas esos aparatos consumen unos 160 litros de combustible en el vuelo Madrid-Sevilla, a lo que habría que sumar los gastos de mantenimiento del avión y aceite, y las dietas de la tripulación.

Además, a su llegada al aeropuerto, los generales son normalmente recogidos por un automóvil oficial del Ejército del Aire que emplean para desplazarse a su destino definitivo. Oficialmente, este tipo de vuelos para fines privados quedan registrados en la categoría de operaciones de "misión B", que en terminología de las Fuerzas Aéreas significa "vuelo de instrucción". La falta de control sobre estos vuelos hace que se realicen algunos de difícil explicación, como el que efectuaron el domingo 9 de octubre de 1988 los generales Alejandro García González y José Parés de la Rosa, quienes en el mismo día hicieron un viaje de ida y vuelta de Madrid a Ibiza, en compañía de dos personas ajenas a la Fuerza Aérea.

Se da la circunstancia de que, en ocasiones, son los mismos pasajeros quienes se dan a sí mismos la autorización para efectuar el viaje. Este es el caso, por ejemplo, protagonizado por el general Barrón, quien ordenó por escrito que se preparara un avión para traerlo de Reus a Madrid el 31 de agosto pasado, al término del período estival.