Carmen Maura

Carmen Maura fue prudente al considerar el ofrecimiento de reconciliación que le hizo Pedro Almodóvar durante el acto de entrega, el sábado en Madrid, de los IV Premios Goya del Cine Español. "Recibo muy bien la propuesta", dijo. "Me ha parecido un detalle muy generoso por su parte y muy bonito". Pero no quiso extenderse más.La actriz, pletórica dentro de su vestido de Vittorio & Luchino, aseguró que la intervención de Almodóvar no figuraba en el guión. El cineasta, que no era candidato,-ya que su última película, ¡Atame!, se estrenó en 1990 y no en 1989-, acudió a la ceremonia para entregar el premio al mejor director. Aparte de sus méritos profesionales, nadie le discute a Almodóvar su talento para las relaciones públicas y la autopromoción, lo que volvió a demostrar una vez más, pasando de invitado a protagonista cuando le soltó a Maura la suntuosa frase de melodrama de sobremesa: "Si un muro tan espantoso e irracional como el de Berlín ha caído, ése que nos separa a ti y a mí puede también caer de un momento a otro".

"La verdad es que en ese momento se me cruzaron los cables", dijo luego ella, "pero en seguida me he recuperado". Y añadió que la sorpresa no fue tanta: "Estoy acostumbrada. Algunos de los mejores piropos que me ha dicho Pedro han sido ante 2.000 o 3.000 personas".

La actriz, cuya última película, ¡Ay, Carmela!, de Carlos Saura, se estrenará el viernes, trató de desmarcarse del asunto de su tormentosa relación con Almodóvar: "Como esa historia la miontáis vosotros...", dijo refiriéndose a los periodistas.

La historia de la ruptura estalló el pasado marzo en Hollywood durante la entrega de los Oscar, cuando Maura se enteró de que Almodóvar no tenía planeado ser su acompañante ni se había preocupado siquiera de buscarle una butaca de patio. Fue este detalle el que desató una tensión que ya estaba latente durante el rodaje de Mujeres al borde de un ataque de nervios, la película que ha dado a las carreras de ambos dimensiones internacionales. A partir de entonces no se hablaban sino a través de los medios de comunicación, y el hielo se ha empezado a resquebrajar con la oferta de paz del sábado.

Ahora, la pregunta "¿en qué punto se encuentran sus relaciones?", que ya iba siendo habitual entre los periodistas, se convertirá en tópica. Almodóvar no desaprovecha la ocasión, en cualquier caso, para que este asunto ayude, vía marketing, a dar originalidad al brillante y desenfadado estilo Almodóvar. En el último número de la revista norteamericana Vanity Fair, que le dedica un amplio reportaje con motivo del estreno en Estados Unidos, en mayo próximo, de Tie me up! Tie me down! (¡Átame!), el director concede que Carmen Maura ha sido su mejor actriz a la hora de comunicar lo que deseaba decir. Luego añade medio en broma, medio en seno: "Carmen es una mujer para quien el trabajo es mucho más importante que su vida privada. Ella confundió la pasión que sentía hacia mí como intérprete con una pasión amorosa, y empezó a comportarse más como esposa que como actriz".

La actriz, tras la etapa Almodóvar, ha entrado en la etapa Saura, un director con quien dice haberse entendido de maravilla durante el rodaje de ¡Ay, Cannela! película basada en la obra teatral de Sanchis Sinisterra. Maura está muy satisfecha de haber podido pasar de un personaje tan lucido como el que hizo en Mujeres... a otro, el de Carmela, que, según ella, también le ha permitido dar lo mejor de sí misma.