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El INI obtuvo el pasado ejercicio unos beneficios de 82.000 millones de pesetas

Miguel Ángel Noceda

El Instituto Nacional de Industria (INI) elevó sus beneficios, antes de impuestos, a 82.000 millones de pesetas el pasado ejercicio. Esta cifra supone un crecimiento del 164,5% sobre los 31.000 millones de pesetas obtenidos durante el ejercicio de 1988. El significativo aumento, con mejora en la mayor parte de los sectores, se vio empañado con la estrepitosa caída de los resultados de Iberia y el mantenimiento de amplios números rojos en el segmento de la industria de la defensa. Las ventas totales del grupo se situaron en dos billones de pesetas, de los que 520.000 millones fueron exportaciones.

El INI, que se encamina a convertirse definitivamente en una corporación industrial, logró alcanzar su objetivo mínimo, consistente en duplicar los resultados obtenidos el ejercicio anterior, en el que había conseguido borrar una ristra de pérdidas iniciada en 1975 y que llegó a superar los 200.000 millones. Sin embargo, a pesar de que se superó ese objetivo, en el instituto cunde cierto desencanto a la vista de la evolución de alguno de los grupos industriales que mejor índice de crecimiento habían experimentado en años anteriores y que mejores perspectivas ofrecían.Es el caso particular del transporte aéreo, que no superó los 9.000 millones de pesetas después de haber obtenido 27.300 millones en 1988 y de haber remontado en los años anteriores a 1987 una crisis que había llevado a la compañía de bandera, Iberia, a sumar unas pérdidas de más de 30.000 millones de pesetas.

El año pasado, en el que la demanda mantuvo un alto grado de aumento, Iberia apenas alcanzó los 6.500 millones de beneficios, lo que supone una -Caída de 20.000 millones. La explicación de este bache aéreo hay que buscarla no solamente en las jornadas de huelga que sufrió la empresa durante el año, sino también en los altos costes que soporta la compañía. Tal vez por ello la mejora, de 51.000 millones, fue menor que la del año anterior, de 73.000 millones.

El sector que más pérdidas arroja, según los datos que han ido publicando las distintas sociedades de la corporación, es el de construcción naval, con 25.400 millones de pesetas. A pesar de ello, tanto Astilleros Españoles (AESA) como Astilleros y Talleres del Noroeste (Astano) mejoraron considerablemente con respecto al año anterior, en el que perdieron 37.810 millones de pesetas. El porvenir de este grupo es más halagleño, según las previsiones con las que cuentan las propias empresas y el INI en base a la cartera de pedidos.

El organismo que preside Jordi Mercader, que precisamente; empieza a vivir de sus propios recursos generados tras convertirse en autónomo, no ha podido enderezar los resultados de las empresas englobadas en el sector de la industria de la defensa (Santa Bárbara, Construcciones Aeronáuticas, Bazán), que sumó más de 10.001) millones de pérdidas.

Enfersa y ENASA, dos empresas que dejan este año de estar en el grupo tras su desinversión el pasado, se despiden del INI en el pelotón de los torpes, lo que, en definitiva, tendrá un reflejo benefactor en la cuenta del próximo año.

La empresa minera Hunosa prácticamente repitió, con 4.890 millones. Ahora bien, la compañía arroja unas pérdidas de explotación superiores a los 50.000 millones de pesetas. La diferencia con la cifra aparecida en su balance final es restada por las subvenciones recibidas de: la Administración.

Sector eléctrico

El sector eléctrico sigue constituyendo la columna vertebral del grupo estatal. Las empresas que forman el grupo Endesa (Enher, Reunidas de Zaragoza, GESA, Unelco, Encasur y la matriz Endesa) obtuvieron unos beneficios brutos de 93.001) millones de pesetas (71.53:3 millones de pesetas netos), le, que, por sí solo, ya supera la cifra total del INI. A éstos hay que añadir los 2.000 millones de beneficios obtenidos por la Empresa Nacional del Uranio (Enusa), ligada -aunque no integrada- en Endesa.

Es importante la aportación a los resultados finales de la Empresa Nacional Siderúrgica (Ensidesa) que por primera vez en 14 años obtuvo una cifra positiva. El cambio experimentado por la empresa asturiana que preside Fernando Lozano fue de cerca de 16.000 millones, pasando de unas pérdidas de 6.600 millones a unos beneficios de 9.025 millones. Asimismo, siguen aportando números negros Industria Española del Aluminio (Inespal), con 13.000 millones, cantidad similar a la del año anterior. No obstante, esta empresa tuvo unos resultados de explotación superiores a los 21.000 millones de pesetas.

La diferencia proviene de la obligación de aportar en torno a 8.000 millones a provisiones por el caso pendiente con las compañías de seguros originado por el parón de la planta lucense de San Ciprián. La Empresa Nacional de Celulosas (ENCE) también es de las destacadas. El año pasado ganó 3.000 millones más que en 1988, continuando su línea de crecimiento.

Tras los resultados del pasado ejercicio, el INI, que tuvo que soportar los años amargos de la reconversión en su cuenta de resultados, parece ya afianzado en los beneficios. Su planteamiento, ahora, se fija en consolidar un grupo competitivo en el entorno europeo.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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