Un juez investigó 10 años una empresa promovida por dirigentes socialistas

Una empresa dedicada a la compraventa de vehículos -Comercial de Automóviles, Remolques y Náutica, SA (CARYNSA)-, creada por dirigentes del Partido Socialista de Cataluña (PSE-PSOE) para recabar fondos para la organización, ha estado sometida durante cerca de 10 años a una doble investigación judicial por los supuestos fraudes cometidos en su gestión. CARYNSA fue investigada, en primer lugar, por suscribir una serie de letras comercialmente injustificadas -peloteo de letras- y posteriormente por apropiarse de los impuestos de lujo de vehículos vendidos. Estas diligencias concluyeron en octubre, cuando la Audiencia de Barcelona archivó el caso al retirar las acusaciones el último de los afectados, quien previamente había sido indemnizado.La cúpula del PSOE, en Madrid, tuvo conocimiento de las irregularidades cometidas y existen documentos en los que distintos dirigentes del partido intervienen a lo largo de este proceso.

Emilio Alonso, responsable de finanzas del partido, escribió en julio de 1981 una carta al secretario de administración del PSC-PSOE pidiendo que "hiciera todo lo posible" por resolver la situación. Otra nota en términos similares fue redactada por el entonces abogado Leopoldo Torres Boursault -hoy fiscal general del Estado-, quien el 7 de septiembre de 1981 se dirigió a un militante implicado en el caso, comprometiéndose a hacer "una gestión" para buscar "soluciones constructivas".

A pesar de estos compromisos, las soluciones definitivas han tardado 10 años en llegar, ya que hasta hace poco menos de cinco meses no se ha zanjado oficialmente la cuestión. La forma de tratar el asunto provocó tensiones en el partido socialista en Cataluña, y algunos militantes históricos, entre ellos Carlos Obregón, dicen que dejaron la organización a causa de este asunto.

Carlos Obregón, abogado y censor jurado de cuentas, empezó a militar en el partido socialista y en la UGT en 1972, alineándose en la corriente españolista que después se unificó con el sector catalanista para formar en 1978 el PSC. Obregón abandonó el partido a raíz del caso CARYNSA, para reaparecer políticamente en la primavera de 1988 en la candidatura que el Partido Andaluz de Cataluña presentó a las elecciones autonómicas catalanas. Está formación no logró ningún escaño.

Obregón asegura que en 1977 la cúpula de la federación catalana del PSOE le ordenó estructurar dos empresas destinadas a generar fondos para financiar el partido. La primera sociedad, CARYNSA, se especializó en la compraventa de vehículos usados, mientras que la segunda lo hizo en cuestiones relativas a la publicidad,propaganda e impresión.

Esta última empresa llegó a tener unos 300 empleados y se gestionaba mediante una triple estructura mercantil, bautizada con los nombres de Técnicas de Impresión, SA; Técnicas de Comunicación Promocional, SA, y Comunicación Editorial, SA.

Los problemas en las dos empresas surgieron pocos meses después de que empezaran a funcionar, como consecuencia de dificultades de orden financiero y una dudosa gestión empresarial. Mientras los problemas de la empresa de publicidad acababan en la Magistratura -donde un grupo de empleados requirió salarios pendientes-, la singladura de CARYNSA finalizó en el juzgado de guardia.

Los problemas de CARYNSA nacieron en 1979, cuando una empresa financiera vinculada al Banco Hispano Americano -Servicios Financieros, SA (Sefisa)-, que había mantenido relaciones con la firma de automóviles, se encontró en las manos con un importante paquete de letras impagadas que no correspondían a operaciones mercantiles concretas, y que ascendía a unos 10 millones de pesetas. Como consecuencia de esta situación, los responsables de Sefisa presentaron una denuncia en el juzgado de guardia.

Este primer incidente se resolvió con una negociación entre las partes afectadas y con el pago de la cantidad reclamada por la financiera. El Juzgado de Instrucción número 11 de Barcelona, presidido entonces por el magistrado Humberto Guadalupe, de cidió archivar el caso.

Pocos meses después estalló un nuevo escándalo en CARYNSA, cuando diversos particulares denunciaron a la policía haber sido objeto de una estafa en la operación de compra de vehículos. Para ellos, CARYNSA se había quedado el importe del impuesto de lujo del coche, que había sido cobrado, con la excusa de que esta cantidad sería ingresada inmediatamente en Hacienda. El fraude se descubrió cuando los servicios fiscales reclamaron a los propietarios de los coches el pago del impuesto.

El PSC niega

El problema suscitado con los clientes de CARYNSA se resolvió de manera individualizada. Oficialmente, el partido se ha mantenido al margen del asunto, ya que considera que son irregularidades cometidas por los dos gerentes de la empresa, uno de los cuales, ya fallecido, huyó de España.

Un portavoz del PSC aseguró ayer a este diario que la organización es ajena a los problemas de CARYNSA, y añadió que ha habido intentos de implicar a los socialistas en supuestas irregularidades, intentos que se extendieron a los procedimientos instruidos en la Audiencia de Barcelona.