El Tribunal de Cuentas renuncia a verificar las finanzas de los partidos

El Tribunal de Cuentas ha renunciado a determinar si las contabilidades de los partidos políticos reflejan o no "la situación financiera del partido y el cumplimiento de las obligaciones impuestas por la ley", según se advierte en el informie enviado a las Cortes sobre las cuentas de los partidos en 1987. Tampoco hay control de vías de financiación privada, aspecto que los partidos no declaran. La mayoría de éstos dio cuenta de ingresos superiores a los gastos, sin reflejar los compromisos adquiridos para amortización de deudas.

Así, el PSOE afirma haber recibido unos ingresos superiores en 1.300 millones de pesetas a los gastos. Alianza Popular declara 360 millones más de ingresos que de gastos, pese al hecho -muy conocido- de que este partido sufrió una grave situación económica en vísperas de 1987, que fue alegada como motivo para el incremento de la subvención estatal a los partidos políticos. Frente a estos datos, el Partido Comunista de España confiesa un déficit de 224 millones de pesetas en ese mismo ejercicio.El Tribunal de Cuentas también ha renunciado a establecer el grado de cumplimiento de los partidos con la obligación legal de destinar sólo el 25% de las subvenciones públicas a la amortización de créditos, lo cual impide conocer hasta qué punto están comprometidas con entidades de crédito las cantidades recibidas del erario público. Al parecer, algunos partidos utilizaron cerca del ciento por ciento de la subvención estatal para hacer frente a obligaciones bancarias.

En su informe, el tribunal informa oficialmente a las Cortes de que el PSUC, el PCPE y la Federación Progresista -tres grupos de Izquierda Unida- no presentaron su contabilidad en el plazo previsto, pese a lo cual el órgano fiscalizador no ha utilizado su capacidad sancionadora, en esos casos ni en ningún otro. De la Federación Progresista señala, no obstante, que tiene presentada una reclamación legal contra la atribución de la subvención estatal directamente a Izquierda Unida. El informe presentado a las Cortes por el Tribunal de Cuentas es el primero de estas caracterís

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