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UNA NUEVA EUROPA

Un silencio prudente

Croacia vive un despertar político ante las primeras elecciones libres de esta República yugoslava

El despertar político de la República yugoslava de Croacia, la segunda en territorio y población en el país balcánico (4,5 millones de habitantes), se ha visto acelerado en los últimos meses con vistas a las primeras elecciones libres, que se celebrarán el 22 de abril. Durante los últimos dos años, los croatas callaban mientras los serbios y los eslovenos polarizaban, ideológica y étnicamente, el espacio político yugoslavo. La Liga de los Comunistas de Croacia (LCC), entre dos fuegos, intentaba formular una síntesis yugoslava que no satisfacía ni a los reformistas ni a los dogmáticos.

Sólo en noviembre pasado, acorralados por la oposición reciente pero firme, la LCC se vio obligada a pronunciarse a favor del multipartidismo y las elecciones libres. El 5 de febrero, todos los partidos de oposición fueron legalizados.El silencio croata se debió a la complejidad de las relaciones étnicas dentro de Croacia (75% croatas, 11,5% serbios, 8% yugoslavos y el resto repartido entre una decena de etnias) y el miedo al enfrentamiento con los serbios.

Los serbios y los eslovenos, pese al conflicto político actual, no guardan rencores históricos pues las dos naciones nunca se han enfrentado. Los serbios y los croatas sí. Con la instauración del Estado Independiente Croata, pronazi, durante la II Guerra Mundial, se desató una guerra fratricida entre las dos etnias, cobrándose inmunerables víctimas.

Para apaciguar los ánimos revanchistas, el Gobierno de Josep Broz Tito ocultó el verdadero alcance de la tragedia, escondiendo el número preciso de las víctimas. De esta manera, la herida histórica nunca se ha curado.

Viejas heridas

La política nacional populista de Slobodan Milosevic, basada en el proyecto de unir a todos los serbios, espiritual aunque no territorialmente, incluyendo a los 600.000 serbios residentes en Croacia, abrió otra vez las llagas del pasado y, como era previsible, el primer partido de oposición fundado en Croacia, Comunidad Democrática Croata (CDC), fue de corte nacionalista.

El fundador de la CDC, Franjo Tudjman, general del Ejército de Tito y encarcelado por dirigir el movimiento nacionalista croata en los años setenta, manifiestó a EL PAÍS que su objetivo es la libertad del pueblo croata". Tudjman no finge ecuanimidad al abordar el tema de las relaciones serbio-croatas, y, visiblemente irritado, opina que es necesario saldar las cuentas históricas, investigar el pasado, precisar el número de las víctimas y rehabilitar a algunos personajes históricos croatas.

La CDC propone un programa político sencillo -renacimiento del pueblo croata, una confederación en Yugoslavia y tal vez la redefinición de las fronteras étnicas dentro del país-, jugando abiertamente con los sentimientos nacionalistas primarios.

Siendo el primero en buscar ayuda financiera de la emigración croata en Occidente, la CDC obtuvo cuantiosas donaciones que le permitieron contratar a personal profesional, alquilar una decena de oficinas y afiliar a inás de 100.000 personas, según Tudjman.

Es el único partido de oposición de Croacia que cuenta con tal infraestructura.

Patria y familia son los pilares de la sociedad croata, tanto para la CDC como para el Partido Democrático Croata (PDC), con unos 30.000 afiliados, cuyos fundadores, los hermanos VIado y Marke Veselica, también perseguidos por sus actividades en el movimiento nacionalista de los años setenta, se separaron de Tudjinan por motivos personales.

"La patria croata es la madre de todos sus hijos", escribe el PDC en su publicación Patria Croata, y estipula que para estimular la natalidad es necesario "promover la estabilidad del matrimonio y del hogar fámiliar", a la vez que la CDC defiende "el derecho de los niños no nacidos",

Marko Veselica declaró recientemente que cada familia croata debería tener tres hijos.

Ambos partidos tienen en sus programas la lucha por la democracia parlamentaria, el respeto de los derechos humanos y la economía del mercado basada en la privatización.

En contraposición al llamado bloque croata, los intelectuales de Zagreb han lanzado una media docena de partidos políticos, cuyos programas se centran en los derechos individuales más que en los étnicos.

La Alianza Social Liberal Croata (ASLC), dirigida por el publicista Slavko Goldstein, cuenta con unos 3.500 afiliados y, según explica uno de sus fundadores, Bozo Kovacevic, "tiene el mejor programa económico, basado en la liberalización total de la economía y las prestaciones sociales para paliar los efectos de la reforma económica".

"Nuestro programa es complejo", afirma Kovacevic, quien no confia en la victoria electoral "pues los programas nacionalistas tienen un lenguaje más sencillo".

Donativo liberal

Tras haber recibido un donativo de la Internacional Liberal, la ASLC fundará una casa editorial para financiar sus preparativos electorales, aunque, al igual que el socialdemócrata Partido Campesino y otras agrupaciones políticas nuevas, hubieran preferido posponer las elecciones previstas para la primavera.

"Las elecciones no se deben posponer", asegura el número dos de los comunistas croatas, Boris Malada, "porque nadie creería que estamos determinados a respetar la celebración de elecciones libres".

Malada opina que la LCC ofrece "cambio con estabilidad", pero se ve incapaz de precisar los puntos claves del programa electoral.

A diferencia de sus correligionarios políticos eslovenos, los comunistas croatas están más divididos y obran con una mayor cautela.

Por una parte, se ven presionados por la oposición nacionalista militante, y por otra, temen enemistar a los serbios en Croacia y dentro del partido.

"Dado que la LCC sólo puede buscar un apoyo nacionalista, y considerado que la LCC ha sido el freno de la democratización, este apoyo nacionalista no puede ser democrático, sólo populista", afirman los miembros del partido socialdemócrata.

Zejko Olujic, abogado de prestigio en Zagreb y uno de los fundadores del Partido Socialdemócrata Croata, opina que "Yugoslavia puede existir sólo como un país federal, sin cambios de fronteras internas", mientras que Bozo Kovacevic secunda que la clave de la democratización yugoslava se encuentra en el proceso de "democratización de Serbia".

Periplo internacional

Conforme se acercan las elecciones, los dirigentes de los partidos de oposición recorren los países occidentales del Viejo y Nuevo Mundo -donde entre la emigración de principios de siglo y la más reciente viven unos dos millones de croatas- en busca de un necesario apoyo financiero y electoral.

Se especula ya en estos momentos sobre las posibles coaliciones electorales.

La opinión pública, sin embargo, desconoce los programas electorales de los distintos partidos, cuyo acceso a la Prensa es limitado, con la excepción de la CDC de Franjo Tudjman, que ha lanzado una agresiva campaña electoral.

Por ello, María, una ama de casa de 40 años, aguarda las elecciones por venir sin la menor euforia: "No sé a quién votaré", dice. "A los comunistas no los creo y los nacionalistas me dan miedo".

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