Condena de 23 años para el parricida de una enfermera

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al enfermero Ramón Suárez a 23 años, a cuatro meses de cárcel por delito de parricidio cometido de su esposa, la también enfermera, Sofía Bragado. El tribunal condena al procesado a pagar 20 millones de indemnización a sus hijos Olga y Juan Ramón.El juicio, celebrado el pasado día 21, congregó a un centenar de mujeres de más de 50 asociaciones femeninas vestidas de luto riguroso y que lucían pegatinas con el nombre de la víctima y la fecha de la agresión.

La sala castiga a Suárez, de 47 años, por inferir a su esposa, Sofía Bragado, de 46 años, cinco heridas de arma blanca -al parecer un bisturí- en la noche del 30 de enero de 1989. Esta agresión le causó la muerte el día 1 de febrero. El matrimonio estaba separado y se encontraba en trámites de dividir los bienes gananciales. El testimonio de la hija del parricida y de varios familiares durante la vista oral se refirieron a que la víctima había sufrido malos tratos por parte de su marido.

El tribunal considera probado que Suárez abordó a Sofía alrededor de las once menos cuarto de la noche, "sin que conste si medió entre ellos palabras o discusión previa, pero sí que el procesado se encontraba frente a Sofía, propinándole a continuación diversos golpes", al tiempo que le agredía con un "instrumento monocortante no exactamente identificado y hallado". Suárez fue sorprendido por un vecino y emprendió la huida, según la sentencia. El tribunal señala que la víctima dijo, "no obstante su lamentable estado", "¡qué paliza me ha dado Ramón". Sofía sufrió una parada cardiaca como resultado de una de las heridas, que interesaba el corazón.El tribunal no aceptó la coartada del acusado, por la que, a la hora en que Soria era agredida, Suárez se encontraba en un taller de protésico cercano a su domicilio y distante de la casa de Sofía. La sala rechaza en sus conclusiones que concurriesen en el delito de parricido las agravantes de premeditación y alevosía. "No existe emboscada ni acecho con ocultamiento del agente [agresor]", afirma el tribunal, presidido por el magistrado Vicente M. Rouco.

La fiscalía había solicitado 29 años de cárcel para el enfermero, por un delito de parricidio con premeditación y alevosía. La acusación particular pidió 30 años de prisión y 20 millones de indemnización para los hijos. La defensa, por contra, la libre absolución del acusado por entender que no existían pruebas concluyentes de culpabilidad.