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UNA NUEVA EUROPA

Los soviéticos podrán poseer y heredar la tierra

Pilar Bonet

Los ciudadanos soviéticos podrán poseer tierra de por vida y legarla en herencia, pero no podrán comprarla ni venderla, de acuerdo con las normas legislativas sobre la tierra aprobadas ayer por el Soviet Supremo de la URSS. Las normas en cuestión -que entran en vigor el 15 de marzo- constituyen un polémico texto, que ha costado meses de trabajo y borradores. Tras haber sido sometido a discusión pública, el texto volvió al Parlamento, que lo fue desgranando trabajosamente, artículo por artículo, en una acalorada discusión.

El título completo del documento es Bases de la legislación de la URSS y las repúblicas soviéticas sobre la tierra. Junto con la ley de la Propiedad, aún no aprobada, es uno de los pilares de la reforma del sistema que está llevando a cabo Mijail Gorbachov. A los 62 años del acceso al poder de los bolcheviques, la ley supone un reconocimiento parcial de la propiedad privada sobre la tierra, ya que no permite comerciar con ella.La tierra, señala el artículo 3 de la ley, es "un patrimonio del pueblo que vive en un territorio dado". "Cualquier ciudadano de la URSS tiene derecho a una parcela de tierra" en unas condiciones que son especificadas, a grandes rasgos, por la ley, pero cuyos detalles se delegan a las repúblicas soviéticas. Estas deben ahora adaptar su legislación al texto aprobado ayer por 349 votos a favor, 7 en contra y 12 abstenciones.

Mucho va a depender de los órganos de poder locales, ya que son los soviets (consejos) quienes deben decidir sobre la distribución de la tierra y no los departamentos o Ministerios centrales de la URSS. Los soviets también determinarán las dimensiones de las parcelas a distribuir. El ciudadano no compra una parcela, entendida ésta como una mercancía, sino que paga un arriendo o un impuesto por ella.

Libertad de elección

La novedad de la ley, respecto al sistema imperante hasta ahora, basado en unidades de producción colectivas -los sovjoses y koljoses-, consiste en dar al campesino la libertad de elegir entre participar en la empresa colectiva o establecerse por su cuenta exclusivamente. El documento regula también el uso de la tierra para fines industriales, urbanos, sociales, de transporte, de defensa y los recursos forestales. Las empresas extranjeras pueden disponer de tierra en concepto de arriendo.

La Constitución soviética, que se está modificando, considera que la base del sistema económico es la "propiedad socialista de los medios de producción en forma de propiedad del Estado (patrimonio de todo el pueblo) y propiedad de los koljoses y otras organizaciones cooperativas". Según la Constitución, la tierra, el subsuelo, las aguas y los bosques son "propiedad exclusiva del Estado". Los koljoses y demás organizaciones cooperativas han tenido adscrita la tierra que ocupaban en "usufructo gratuito y a perpetuidad". Ambas cosas son ahora corregidas, ya que la tierra deja de ser gratuita y el usufructo se somete a condiciones.

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Los ciudadanos, de acuerdo con la Constitución, podían tener en usufructo parcelas que utilizaban como hacienda auxiliar, incluyendo el mantenimiento de ganado y aves de corral, huerta o construcción de vivienda individual. Tales parcelas tenían una extensión muy limitada.

Radicales

La legislación aprobada ayer no contempla la disolución de los koljoses o sovjoses, como querían los partidarios de una reforma agrícola radical. Estas unidades agrícolas se convierten también en poseedores de tierra y no sólo en usufructuarios, como antes.

Los órganos de poder locales pueden derogar el derecho de posesión y utilización de la tierra en circunstancias que incluyen el uso irraccional o la obtención de una cosecha más baja de lo que fijan las estimaciones catastrales a partir del tercer año desde la obtención del terreno. Otras causas para la pérdida de éste pueden ser la utilización de la tierra para fines distintos a lo estipulado o la liquidación de la empresa o entidad que poseía la tierra. La oposición a algunas de estas limitaciones no logró mayoría ayer en el Parlamento.

Es previsible que el marco aprobado adquiera muy diferentes interpretaciones según las repúblicas y las regiones. En Lituania, por ejemplo, el Parlamento ha aprobado ya una ley legitimando la propiedad privada. En Vologda, en el norte de Rusia, un koljos tomó la decisión de repartir el ganado y la tierra entre los campesinos, sin esperar a la aprobación de la ley y dejando la denominación de koljos a título puramente formal, según indicó la agencia informativa de Leningrado Severo-Zapad.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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