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Reportaje:

La velocidad del tráfico en el centro no alcanza los 12 kilómetros por hora

La velocidad media de la circulación rodado en el centro de la capital alcanzó el pasado mes de noviembre su mínimo histórico al descender hasta los 11,43 kilómetros por hora, lo que supone una caída del 14,83% sobre el año anterior. Estos datos, facilitados a la oposición por el equipo de gobierno municipal, fueron hechos públicos ayer por el portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida, Francisco Herrera, que destacó que este descenso ha ido paralelo de boletos de la Operación de Regulación de Aparcamiento (ORA), cuya, venta descendió en el último año casi un 40%.

El pasado mes de enero Pedro Ortiz, concejal popular de Prospectiva, afirmaba en el Club Siglo XXI que la caída de la velocidad de 25 kilómetros por hora en 1980 a 15 kilómetros por hora en 1989 suponía un coste para Madrid de 200 millones de pesetas diarios.Sin embargo los datos facilitados por el equipo de gobierno la semana pasada a los grupos de la oposición indican que la siltuación es aún peor de la pintada por Ortiz.

En noviembre de 1988, según aseguró ayer Francisco Herrera, la velocidad media en el centro de la capital se situaba en los 13,42 kilómetros por hora. Un año después la velocidad en esta misma área central alcanzó el nivel más bajo nunca alcanzado: los 11,43 kilómetros por hora, una velocidad que cualquier ciudadano que haga deporte asiduamente puede conseguir corriendo.

Mejoría en otras zonas

Este descenso de la velocidad en el! centro de la ciudad ha sido tan fuerte que no ha podido ni siquiera ser paliado por el aumento registrado en el área no central, en donde en un año se ha. pasado de 15,17 kilómetros por hora a 16,93. La velocidad media se ha visto así reducida a los 13,77 kilómetros por hora.Las causas del descenso de la velocidad son varias, pero los técnicos destacan en especial el incumplimiento de las normas de circulación y el aumento de la densidad del tráfico que es ahora un 3,7151. mayor que hace un año.

Como consecuencia de esta situación, medidas como la Operación de Regulación de Aparcamiento (ORA) ya no sirven para lo que fueron creadas. De noviembre de 1988 a noviembre de 1989, el número de boletos vendidos descendió casi un 40% y se situó en 455.000. "La ORA es un enfermo en fase terminal y ya es inviable en Madrid", aseguré Herrera. "Para rentabilizar y reorganizar la ORA es necesario adoptar otras medidas que logren un descenso de la densidad de la circulación y que, en consecuencia, permitan aumentar la velocidad", aseguró el concejal.

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Izquierda Unida, que continúa la preparación del referéndum sobre tráfico para el próximo mes de marzo, opina que hay que acometer medidas como la reserva de las principales vías del centro a transporte. público, la implantación de medidas restrictivas al vehículo privado en la zona delimitada por la M-30 o la paralización de las obras de pasos a distinto nivel.

Asimismo IU pretende que se creen zonas de aparcamientos disuasorios, se desarrolle la red del Metro, se elabore un segundo plan de cercanías ferroviarias, se amplíe la flota de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) y se modifique la actual estructura de las coronas en que está dividida el área metropolitana. Otras medidas propuestas son la creación de áreas para peatones, el fomento del uso de la bicicleta y la aplicación de una política de tarifas que favorezca el uso del transporté público.

Reforma de la ORA

Ante la próxima reforma de la ORA, cuyo alcance será explicado la próxima semana, Herrera manifestó que, en su opinión, no solucionará el problema. Según ha adelantado el centrista Eduardo Larraz, concejal de Circulación, la reforma que el equipo de gobierno presentará la próxima semana a la comisión de Circulación y Transportes, consistirá básicamente en la ampliación del área actualmente afectada por la medida.El cambio de los límites será aprovechado para convertir varias calles de la ORA en vías cero cero (en las que residentes y no residentes han de pagar). Esta conversión irá unida a la colocación de máquinas expendedoras de billetes y al uso de miniordenadores para que los vigilantes puedan tramitar sus denuncias.

El descenso de la velocidad no supone tampoco una reducción de los accidentes ocurridos en la capital. Según los datos entregados por Herrera, durante 1988 se registraron un total de 155 muertos y de 8.560 heridos. El año pasado el número de muertos fue de 157 y el de heridos alcanzó la cifra de 8.706.

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