Un secuestro de 84 días
El industrial pamplonés Adolfo Villoslada Martín, de 48 años de edad, casado y con tres hijos, director y copropietario de la empresa Contrucciones Metálicas Añuri, desapareció el mediodía del 24 de noviembre cuando se dirigía a su domicilio en su automóvil, tras haber trabajado toda la mañana en su empresa. Adolfo Villoslada ha permanecido en poder de la organización terrorista ETA Militar durante 84 días.La familia presentó una denuncia en la Jefatura Superior de Policía de Pamplona en la noche de ese mismo día, al constatar su desaparición. Hacia las 15.30 del día siguiente, el coche del industrial fue descubierto en un camino que conduce a un vertedero de basuras de Burlada, sin señales de que hubiera ocurrido nada anormal.
Según fuentes de la familia, se trataba de un secuestro cuya autoría aún no había sido reivindicada. El abogado y portavoz de la familia, Angel Ruiz de Erenchun, afirmaba que le resultaba increíble que pudiera ser un secuestro de ETA, porque de conducirles el móvil económico, estaban absolutamente equivocados.
La familia también apuntaba hacia la posibilidad de que se tratara de un móvil sociopolítico relacionado con la construcción de la autovía Guipúzcoa-Navarra. Las investigaciones realizadas por la policía se centraron en que la autoría del secuestro era obra de miembros de ETA que operan en Navarra con apoyos locales. El día 27 por la noche la organización terrorista ETA reivindicaba el secuestro en una llamada realizada al diario Egin en Hernani.
Manifestaciones
Los 70 trabajadores de Añuri, SA, elaboraron un comunicado en el que condenaban el secuestro de Adolfo Villoslada y ofrecían parte de su salario "si fuera preciso" para facilitar su liberación. El 5 de diciembre, ETA Militar volvió a enviar un comunicado a Egin en el que demandaba reivindicaciones políticas del Gobierno central y calificaba de "arresto" el secuestro del industrial.Unas 3.000 personas participaron el 9 de diciembre en Navarra en la manifestación convocada por los trabajadores de Añuri para pedir la liberación del industrial.
Los trabajadores de la empresa de Villoslada difundieron una carta abierta a ETA en la que pedían la libertad de Villoslada y afirmaban que de continuar el secuestro, peligraba la integridad de la empresa.
Asimismo, anunciaron que si antes de Nochebuena el empresario no era liberado, pasarían esa noche encerrados en la empresa en solidaridad con él, como efectivamente hicieron. Continuando con los gestos solidarios, los trabajadores de Añuri ofrecieron el canje de dos de ellos por el empresario secuestrado.
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