Directores de medios informativos califican de "errónea" la iniciativa judicial

Varios directores de diarios y revistas semanales, así como el presidente de la federación de las Asociaciones de la Prensa de España, Luis Apostua, consideraron ayer "inoportuna", "errónea", "inviable" o "sospechosa", según los casos, la presentación del fiscal general del Estado de una querella contra el diario madrileño El Mundo.

El periodista Melchor Miralles, director adjunto de El Mundo y uno de los firmantes de la información sobre el caso Guerra por la que se va a querellar el fiscal general del Estado, expresó ayer a EL PAÍS su "sorpresa porque la primera actuación del fiscal general en el caso Guerra sea", dijo, "interponer una querella contra El Mundo, desoyendo a su gabiente técnico". En ausencia del director, Pedro J. Ramírez, Miralles anunció: "Sólo revelaremos la identidad de la fuente si ésta nos autoriza", extremo que consideró poco probable por el momento.

Por su parte, Ramírez declaró a Efe que la querella "demuestra la supeditación de la fiscalía al capricho del poder Ejecutivo". El director de El Mundo maniféstó a Europa Press que la querella "es una maniobra para intimidar a los medios de comunicación independientes". Ramírez añadió que está convencido de que los tribunales pondrán en evidencia que la querella no tiene fondo, sino que es política".

Entre otras reacciones al anuncio de la querella, figuran la del Partido Comunista de España (PCE), que la califica de "atentado a la libertad de expresión" y la del Partido Popular (PP), que la estima "temeraria e imprudente", así como la de los directivos de varios medios de comunicación social, encabezados por el presidente de la Federación de Asociaciones de la Prensa, Luis Apostua, que criticó duramente la iniciativa promovida por el Gobierno socialista.

"Querella absurda"

El director de EL PAÍS, Joaquín Estefanía, manifestó que "la querella es absurda e insostenible en sí misma, según lo que afirman todos los expertos con los que hemos consultado". Agregó que su presentación "dilapida la credibilidad del Ministerio Fiscal, es decir, que el nuevo fiscal general del Estado se convierte en sospechoso de estar directamente al servicio del Gobierno". Para Estefanía, la querella "significa que el Gobierno ha pasado de la palabra a los hechos, ya que la querella tiene un trasfondo de intimidación a los medios de comunicación".El presidente de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España, Luis Apostua, consideró un "error importante del Gobierno" la presentación de la querella. "Mi opinión y la de la Asoclación de la prensa es completamente contraria a esa querella. Creo, además, que no es viable y que el Gobierno va a perder el caso", agregó.

El director del diario Ya, Miguel Larrea, afirmó que con esta querella "se abre la veda en la lucha Gobierno-medios de comunicación".

El subdirector del semanario Tiempo, Pedro Páramo, calificó de error por parte del Gobierno e inoportuna" la decisión del fiscal, "precisamente ahora, cuando desde el Gobierno y desde el PSOE se han vertido acusaciones contra la prensa a la que culpan de revolver el clima social". El director de El Independiente, Pablo Sebastián, declaró que "el fiscal no debería perder el tiempo en demostrar su dependencia del Gobierno y más bien debería ocuparse de investigar los casos de corrupción que tanto preocupan a la opinión pública y dañan nuestra democracia".

El director adjunto del semanario Tribuna, Fernando García Romanillos, señaló que "más importante que la información aparecida en El Mundo, por la que el fiscal se va a querellar, es su origen: el caso Guerra". "Es preferible", añadió, que "el fiscal general se aplique en la investigación de posibles delitos en ese escándalo, y se echa en falta que no haya celeridad desde el Gobierno para investigar la actuación ética de Juan Guerra y la responsabilidad de su hermano, el vicepresidente del Gobierno".