El partido de Pujol quiere dejar sus emisoras de radio
Al menos dos socios de Cadena 13, que agrupa a más de media docena de emisoras de radio vinculadas a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el partido de Jordi Pujol, han puesto en venta sus acciones desde que esa compañía entró en barrena económica. Paralelamente, los administradores de esa cadena negocian la venta de sus emisoras. El principal accionista de la cadena radiofónica y uno de sus últimos administradores aparecen citados en el caso Casinos como receptores de casi 600 millones de pesetas de dinero negro.
Premsa Catalana, SA, empresa editora del diario Avui, periódico en lengua catalana vinculado también a CDC, comunicó el pasado 25 de enero su decisión de vender las 11.325 acciones que posee en Cadena 13 por su precio nominal (250 pesetas la acción después de la reducción de capital efectuada a finales de 1987). Comercial Gallo, SA, ha vendido ya sus 4.000 acciones también a 250 pesetas la acción.Una auditoría realizada en Cadena 13 en 1988 arrojaba un déficit de 285 millones de pesetas, según un informe dirigido el verano pasado por el actual administrador de la empresa, Xavier Tortras, a los accionistas.
El informe de Tortras antes mencionado señalaba que en el año 1989 se preveían unas pérdidas de 120 millones de pesetas, a los que habría que sumar inversiones de unos 15 millones y un coste por reducción de plantilla de otros 15 millones. Pese a esas pérdidas, Tortras consideraba entonces que con una aportación de 285 millones de pesetas "se puede intentar con una cierta garantía levantar Cadena 13".
Este informe explicaba que había dos grupos interesados en entrar en Cadena 13: por una parte, el encabezado por Joan Orriols -propietario de Radio Vic- y Alexandre Genís, presidente del Consejo Español de la Piel, que estaba dispuesto a invertir 100 millones de pesetas- y Sud-Radio de Toulouse (Francia), que estaría dispuesta "a cubrir entre el 18% y el 25% del capital resultante de la ampliación". Sud-Radio está controlada por la Caixa Andorrana de Seguretat Social. El otro grupo interesado, gallego, estaba relacionado con Víctor Moro -quien representa al Banco de España en Cataluña-, del que se esperaba que aportara otros 100 millones de pesetas si no obtenía ninguna licencia de las concedidas por la Generalitat.
Aportaciones intangibles
En el mismo escrito Xavier Tortras señala que los nuevos accionistas, además de dinero, harían otras aportaciones importantes para el buen funcionamiento de las emisoras. "Así", dice el documento, "Ràdio Vic aportaría una experiencia en radio, un sentimiento nacionalista y en casos extremos disciplina política".La situación descrita en este documento cambió radicalmente cuando, a finales de 1989, el director general de la Corporación Catalana de RTV, Joan Granados, ofreció alquilar las frecuencias de Cadena 13. Después, Granados retiró la oferta de alquiler por otra de compra de la cadena.
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