La maldición del trabajo

Soy un profesional y amante apasionado de la seguridad laboral y no puedo por menos que avergonzarme por los continuos accidentes mortales de que son víctimas nuestros trabajadores en sus puestos de trabajo; parece hasta habitual el conocer de estos accidentes en las minas e incluso ha sido portada de medios de comunicación. Esto me hace recapacitar una vez más sobre los sistemas de trabajo utilizados en nuestras empresas, inmersas en profundos procesos de cambio con objeto de ofrecer rentabilidad frente al duro mercado europeo.En estos días se comenta la próxima publicación en el BOE de la nueva ley de Salud Laboral, que adaptará la normativa española a los principos establecidos en la denominada Directiva Marco, aprobada bajo presidencia española el 17 de junio de 1989. Yo me pregunto si realmente aumentarán los niveles de seguridad y las condiciones de trabajo en materia de salud laboral mejorarán en todas las empresas y empresitas, o sólo se producirán cambios en algunas de ellas, más debido a actitudes personales o empresariales que a imperativos legales.

Actualmente tenemos una amplia, aunque dispersa, legislación sobre seguridad y salud laboral, que pocas empresas cumplen y que nadie se atreve a denunciar; es notoria la muy escasa intervención de la Administración, que cuenta con muy buenos profesionales en la materia, pero con escasa estructura.

Debemos acabar con los accidentes laborales, y para ello se deberán cambiar actitudes, efectuar fuertes inversiones en modificar procedimientos, sustituir equipos y, sobre todo, diseñar acciones formativas que nos sitúen a propietarios, directivos y trabajadores de todas las empresas en los niveles adecuados de seguridad y salud laboral; con ello se acabará la maldición del trabajo sin seguridad.-

Ingeniero industrial.