Ana García Obregón
tuvo ocasión el domingo de conocer y saludar al premio Nobel de Medicina Severo Ochoa, por quien había mostrado interés en diversas ocasiones. Su condición de bióloga interesada por la ciencia la llevó a abandonar precipitadamente su casa el domingo a media tarde ante el anuncio de la presencia del famoso científico en la exposición que el escultor Víctor Ochoa, sobrino nieto del Nobel, ha inaugurado en Madrid. Severo Ochoa quiso ver in situ el resultado del trabajo de Víctor, para el que sirvió de modelo. Estas esculturas, junto a la famosa dedicada a la memoria de Paquirri, forman la atracción principal de la exposición. A sus 84 años, y con su inseparable martini en la mano, Severo Ochoa dialogó con Ana Garcia Obregón.
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